El PSE-EE ha situado como “retos inmediatos” para Euskadi acabar con la alarma sanitaria y hacer que la recuperación económica “sea justa”, con el objetivo de “no dejar a nadie atrás”, y ha advertido que “las pretensiones independentistas no van a mejorar nuestro bienestar”. La formación socialista ha presentado este sábado la ponencia política que debatirá en su IX Congreso que centra sus ejes en la “defensa de un estado de bienestar fuerte”.
La secretaria de Política Institucional, Begoña Gil, el responsable de Estudios y Programas, Alfredo Retortillo, así como Pau Blasi, jefe de Gabinete de la secretaria general, Idoia Mendia, han sido los encargados de dar a conocer en Bilbao el contenido de la ponencia.
El próximo 21 de septiembre, el Comité Nacional de los socialistas vascos aprobará la convocatoria del noveno Congreso con las ponencias marco política y orgánica que serán remitidas a las asambleas locales, quienes tendrán un mes para presentar sus enmiendas para ser debatidas en el Congreso, que se celebrará el 20 y 21 de noviembre, y donde se aprobarán los textos definitivos, que marcarán el posicionamiento político del Partido Socialista para los próximos años, que “aspira a liderar Euskadi y fijar sus prioridades en un mundo en proceso de cambio”.
La ponencia política gira en torno a tres capítulos: la seguridad para todas las personas ante los nuevos riesgos sociales, donde se habla de los servicios sociales comunitarios, de salud pública y política de cuidados; una reconstrucción económica “innovadora, sostenible e inclusiva, donde la transición ecológica tiene un peso especial”; y por último el capítulo referido a 'un país para todos y todas', donde se aborda la cuestión de la igualdad.
Modelo federal
Alfredo Retortillo ha subrayado la importancia de la ponencia como “compromiso de la dimensión de la tarea que nos hemos planteado, porque queremos poner las bases de la Euskadi de las próximas décadas”.
A su juicio, Euskadi necesita “salir de su zona de confort para enfrentar retos cada vez más urgentes” y ha destacado el capítulo que defiende “un país para todos y todas”.
“Y ese país de iguales en derechos queremos construirlo sobre la base de un autogobierno que pisa suelo en el siglo XXI. Un autogobierno que es garantía de respeto por la diversidad y también punto de encuentro entre distintos. Un autogobierno que no da la espalda, que dota de las mejores herramientas para la gestión cercana pero que facilita también la necesaria colaboración y coordinación con otras administraciones para atender nuestros problemas”, ha descrito.
En este contexto, ha mostrado su preocupación por que “desde el nacionalismo se pretenda, en demasiadas ocasiones, un cuestionamiento artificial de ese marco”.
“El texto de la ponencia es rotundo: Euskadi tiene que saber hacia dónde va. Tenemos una perspectiva clara de país y sabemos que las pretensiones independentistas no van a mejorar nuestro bienestar. El modelo federal, que defendemos con toda claridad, es la vía adecuada, tanto en España como en Europa, para respetar la diversidad y las especificidades de cada uno, y al mismo tiempo garantizar que no estamos solos para afrontar los retos de esta mundo global, y lo defenderemos porque creemos que es el camino más coherente y que más cohesión puede generar”, ha afirmado.
Por ello, ha apostado por una Euskadi “fuerte y segura” dentro de una España federal y dentro de Europa, por ser “lo más acorde a nuestros valores y la única forma de progresar y dar respuesta a desafíos cada vez más globales”.
La defensa de un estado de bienestar fuerte, el alineamiento con el proyecto europeo, la colaboración intergubernamental, la apuesta con el I+D+i y la política científica, la lucha contra el cambio climático, el compromiso con la igualdad, y la preeminencia del debate económico y social sobre las cuestiones identitarias constituyen el marco posterior a la pandemia en el que el PSE-EE ha elaborado sus ponencias.
En este sentido, Begoña Gil ha advertido que, tras año y medio de una pandemia que todavía va a exigir “mucho esfuerzo para acabar con sus efectos”, la misma ha puesto encima de la mesa cuestiones como la importancia de “lo público”.
“Esto ya nos pone encima de la mesa los dos primeros retos inmediatos: acabar con la alarma sanitaria y hacer que la recuperación económica sea justa, es decir, radicalmente distinta a la que sufrimos con la crisis anterior en la que los gobiernos de la derecha socializaron las pérdidas y privatizaron las ganancias. Cuando hubo que rescatar al sector financiero pagamos todos y cuando llegaron los beneficios se los quedaron unos pocos”, ha criticado.
“No dejar a nadie atrás”
Tras apostar por “no dejar a nadie atrás”, la coordinadora de los trabajos de la ponencia ha valorado que se está “saliendo muy rápido de la crisis”, pero no se puede salir “de cualquier manera, porque hay mucha desigualdad, exclusión y pobreza”.
“Nuestro compromiso es que, ahora que las cosas están mejorando, ahora que van a llegar fondos europeos el crecimiento, los fondos, las ayudas se distribuyan de manera justa entre todos”, ha incidido, para añadir que donde en 2008 “hubo recortes, ahora habrá defensa de lo público y donde hubo abandono de sectores enteros de población, ahora habrá ayudas y respaldo”.
Así, ha incidido en que la recuperación debe llegar a los jóvenes en forma de oportunidades de empleo, acceso a la vivienda, formación y emancipación y debe llegar a las mujeres para seguir corrigiendo “las desigualdades y las brechas que soportamos”.
“Y debe llegar a los colectivos más vulnerables en forma de políticas que busquen su completa inclusión. Y abordamos, no sólo las cuestiones más evidentes como la salud, la educación, el empleo, o el papel de lo público en todo ello; sino que queremos dar prioridad, también, a cuestiones más novedosas como la soledad, el país de los cuidados o la sostenibilidad de los servicios”, ha insistido.
También ha advertido de la necesidad de llevar a cabo una transición ecológica del tejido productivo y de la forma de generar energía, así como de la “imprescindible digitalización de Euskadi y lo que significa el reto demográfico”. “Estamos en un momento clave de nuestra historia”, ha añadido.
Tras destacar la presencia del PSE en las instituciones, Gil ha valorado el programa del Gobierno Vasco para esta legislatura y los acuerdos en todas las instituciones como instrumento para “construir y transformar el país”. “Y estamos seguros de que eso va a suceder también con la ponencia política, que va a sentar las bases de por donde debe caminar Euskadi hoy para estar en el tren del progreso colectivo futuro”, ha expresado.
Asimismo, ha alertado del aumento de las formas de exclusión, la desigualdad social, la precariedad, la resistencia a la diversidad de formas de vida y los modelos de organización familiar o la crisis de cuidados y de arrope social.
“Estamos convencidos de que los grandes retos actuales sólo van a poder afrontarse construyendo nuevas formas de vida comunitaria más inclusivas y con mayor solidaridad. Por eso planteamos desarrollar e incrementar nuestros sistemas de servicios sociales, esa Gizakidetza que debe, además, integrarse con Osakidetza para promover la autonomía y empoderamiento de las personas”, ha defendido, al tiempo que ha apostado por impulsar “medidas para avanzar en la consecución de una sociedad corresponsable, que no cargue a las mujeres con el peso de los cuidados de dependientes o personas con discapacidad”.