El Gobierno vasco, una coalición de PNV y PSE-EE, ha aprobado por unanimidad en su Consejo de este martes el proyecto de ley de Educación, el más importante de la legislatura y que llega con el tiempo justo para estar visado por el Parlamento antes de las elecciones autonómicas. Sin embargo, muy poco tiempo después de la presentación del articulado, en la que el consejero del ramo, Jokin Bildarratz, de la parte del PNV, ha destacado ese consenso, los socialistas han hecho público un contudente comunicado en el que constatan la existencia de “diferencias” de calado con sus socios. Confían en que, mediante enmiendas, el trámite parlamentario “subsane” las divergencias.
El texto parte de un acuerdo político previo, de 2022, entre ambas formaciones y los dos principales grupos de la oposición, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, quienes tampoco han avalado expresamente de saque la propuesta de Bildarratz. Aquellas bases ya generaron unas primeras tensiones en el seno del Ejecutivo, principalmente por el papel de la escuela pública en una comunidad con el 50% del alumnado matriculado en centros de titularidad privada y por el peso del euskera en el futuro modelo educativo. Ahora, estos matices vuelven a aflorar. Fuentes socialistas indican que tanto el consejero como el lehendakari, Iñigo Urkullu, conocían estas “diferencias” de antemano y que se iban a hacer públicas.
El PSE-EE, por ejemplo, afea a Educación que pretenda que las patronales de la privada “negocien condiciones laborales” que afecten también a funcionarios, ya que se crea un Consejo Asesor de Condiciones Laborales para todos los colegios independientemente de su titularidad. Y, sobre los idiomas, “el PSE-EE no comparte que puedan relegarse los modelos lingüísticos actuales, amparados legalmente por un consenso político muy amplio, sin precisar cómo se va a materializar el modelo plurilingüe” que los vendría a sustituir. “Éstos y otros son elementos deberán ser revisados y corregidos en la tramitación parlamentaria, que desde el PSE-EE esperamos que se produzca con la profundidad que merece una ley con la transcendencia de la de Educación”, estiman los socialistas, que recalcan que los informes preceptivos de órganos internos, como la Comisión Jurídica Asesora (COJUA) o la Oficina de Control Económico (OCE) son bastante duros.
Estas tensiones entre socios de Gobierno, que además tienen un contexto preelectoral, siguen a otras por la festividad del 8 de marzo, por los descuentos en el transporte o por la normativa estatal de Vivienda. Los socialistas, en todo caso, tenían claro que no iban a bloquear la presentación de la Ley de Educación. “Ha contado con el voto favorable de los representantes socialistas porque no es nuestra intención obstaculizar su tramitación ni la búsqueda de consensos más amplios, pero para contar con nuestro apoyo futuro deberá resolver determinados aspectos”, recalcan.
En cuanto al resto de 'socios' educativos, EH Bildu ha prometido “rigor y responsabilidad”, aunque también exigencia para que las bases se “cumplan al detalle” en la ley. Sin mucho margen para el estudio “minucioso” del documento presentado y de los 1.300 folios en informes enviados al Parlamento, Ikoitz Arrese sí entiende que es una “ventana de oportunidad” para modernizar el modelo educativo, aunque por el momento la coalición evita todavía posicionarse con más rotundidad a favor del texto. Finalmente, Elkarrekin Podemos-IU, la formación que más veces ha venido cuestionando los pasos dados en Euskadi en materia educativa, ha optado por hacer una valoración más “sosegada” en otro momento y no de urgencia. Eso sí, antes de la presentación, la portavoz Miren Gorrotxategi ya había exhibido su “preocupación” en Radio Euskadi.
Bildarratz, poniendo la venda antes de la herida, ha recalcado en varios momentos de la presentación de la ley que ha recogido de manera fidelísima las bases acordadas en 2022 entre PNV, PSE-EE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. Se respeta tanto su “contenido” como su “espíritu”, ha enfatizado el consejero de Educación, que ha añadido que mantenido “cientos” de reuniones también con otros agentes implicados para buscar una herramienta que verdaderamente dé la vuelta al marco educativo vasco. La portavoz del PNV en la materia, Leixuri Arrizabalaga, sí ha pedido a los otros partidos “arrimar el hombro” y “generosidad” para que este hito sea una realidad antes de que la Cámara se disuelva con el final de la legislatura.