El Consejo Vasco de Finanzas, reunido el miércoles y que sienta al Gobierno vasco con las tres Haciendas vascas, instituciones controladas por el PNV, salió con la propuesta de aplicar una cuarta deflactación contra la inflación desde el inicio de la guerra en Ucrania, hace año y medio, como gran medida. Se planteó un 2,5% de ajuste en los tramos del IRPF para tratar de no penalizar subidas salariales que en realidad no son mejoras de poder adquisitivo por el efecto de la subida de precios. Este mismo viernes se ha conocido que el IPC está en el 3,6%. En la tercera, el PSE-EE ya torció el morro y ahora, los socios del PNV en las cuatro instituciones implicadas demandan que se mantenga en 2024 una deducción de hasta 200 euros para las rentas de hasta 35.000 euros, algo no contemplado por la parte del PNV, para poder aceptar la deflactación.
El análisis del PSE-EE es compartido con el PNV: toca “proteger a los contribuyentes teniendo en cuenta el contexto inflacionista”. “No lo vemos del todo mal. Se ha hecho siempre aunque es cierto que no con la misma intensidad. Pero no queremos que sea tan lineal”, explican fuentes socialistas. Una deflactación afecta igual a todos los tramos del IRPF, sean los bajos o los altos y, por ello, la aplicación de un porcentaje genera más ahorro fiscal a las rentas más elevadas en el gran impuesto progresivo y redistributivo del sistema, que es además el segundo más recaudador después del IVA y muy por encima del resto.
Así, los 200 euros, que eran ajustables también dentro de los beneficiarios potenciales en función de su renta, son vistos por el PSE-EE como un elemento complementario a la deflactación. Tras el Consejo Vasco de Finanzas, se dio por hecha esta medida -aunque tiene que ser validada en las tres Juntas Generales y el PNV necesita al socio desde luego y en Álava y en Gipuzkoa, además, el apoyo de parte de la oposición- y, sobre los 200 euros, se dejó en el aire y se dio a entender que no corría prisa ya que la deducción de 2023 se aplicará en 2024, en la campaña de la renta de primavera.
Los socialistas aseguran que ya habían expresado esta postura al PNV antes del Consejo Vasco de Finanzas y son claros: “Para apoyar la deflactación, tienen que estar también los 200 euros”. El PSE-EE es consciente de que las elecciones forales de mayo dejaron sin mayoría en sus respectivos Parlamentos a las coaliciones de Álava y de Gipuzkoa, pero entiende que es preciso antes un consenso en el seno de los Ejecutivos. “Habrá que hablar. La situación en cada territorio es la que es. Pero pongámonos de acuerdo los socios antes”, indican.
Políticamente, en las anteriores deflactaciones la izquierda (EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU) había mostrado su oposición, mientras que el PP sí la defiende. De hecho, ha pedido aplicarlas con más intensidad. En Gipuzkoa, de hecho, este partido condicionó la investidura de Eider Mendoza, ya que EH Bildu ganó las elecciones. Las votaciones sobre los ajustes fiscales coincidirán en el tiempo con los debates presupuestarios forales. Hasta ahora se hicieron dos deflactaciones en 2022 (5,5%), otra en 2023 (2%) y la que se pide para 2024 es del 2,5%.