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La Sanidad vasca deriva 22.000 actos médicos en dos años a la privada con un coste de 8,3 millones de euros

El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha derivado en los dos últimos años completos, 2021 y 2022, 21.960 actos médicos a centros privados para reducir listas de espera. El coste de esas externalizaciones asciende a 8.381.411,43 euros. A ello se suman 60 millones de euros en autoconcertaciones en esos mismos dos años, que son cantidades extraordinarias abonadas a los propios sanitarios para que hagan operaciones y pruebas fuera de su horario ordinario.

Estos datos están contenidos en un informe enviado al Parlamento Vasco por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, a instancias de la portavoz sanitaria de EH Bildu, Rebeka Ubera. En ellos consta también que en dos años ningún paciente se ha acogido a los derechos reconocidos en el decreto de garantías de 2006, por el cual un paciente que supere los 180 días de espera para una operación ordinaria, 90 para una cirugía cardíaca y 30 para un procedimiento oncológico tiene derecho a que la Administración pública corra con los gastos de un tratamiento en la Sanidad privada. Al margen del dato cuantitativo, no hay una valoración de por qué se produce esa anomalía. En enero de este año, por ejemplo, había 2.300 pacientes en esa situación.

Precisamente Sagardui y Ubera han mantenido este viernes en la sesión de control al Gobierno del Parlamento Vasco un debate sobre las listas de espera en Osakidetza. La portavoz de EH Bildu ha enumerado una serie de datos que, a su juicio, acreditan el deterioro de la Sanidad pública. “¿Le parece normal que después de la pandemia la lista de espera haya subido un 7% en España y un 29% en la comunidad autónoma vasca?”, ha enfatizado tras citar retrasos de un mes en un posible diagnóstico de cáncer colorrectal o que la cola de pacientes a la espera de un especialista sea ahora un 71% mayor. En marzo había 24.734 personas esperando cirugías no urgentes por 23.831 de julio del pasado año. “No son meros números. Detrás de cada cifra hay una persona, una familia, un problema, una vida en juego”, ha criticado Ubera.

“Osakidetza está atendiendo a tantas o más personas, según los meses, que antes de la pandemia. Desde que Osakidetza recuperó la normalidad de su actividad –de eso hace siete meses, sólo siete meses− ha incluido en sus agendas a todo aquello que hubo que demorar y que se pudo demorar porque no era grave. Se ha recuperado lo que está pendiente en la atención primaria, se han prescrito mayor número de pruebas diagnósticas complementarias, mayor número de consultas externas y mayor número de operaciones quirúrgicas. Ésa es la razón por la que las listas han crecido: el trabajo que ha retomado Osakidetza. Pero no hay que olvidar que ahora y antes, en pandemia, lo grave, lo urgente, lo indemorable, se sigue atendiendo con prioridad. Y con todo, se ha reducido la demora media: más personas y con menos espera. Eso es capacidad, no privatización, señora Ubera”, ha replicado desde la tribuna la consejera Sagardui.

Y ha rechazado, asimismo, que se esté incrementando la privatización en Euskadi. “El 70% del gasto que se realiza en Euskadi en Salud corresponde a las Administraciones públicas. El resto, son sectores privados. Y en ese porcentaje de privado, además, se va descendiendo progresivamente”, ha tratado de explicar Sagardui, que ha destacado que Osakidetza lleva cuarenta años de servicio público -los cumplió hace dos semanas- y que ha criticado que la oposición haga una “lectura” errónea de los datos.