La primera de las cinco nuevas jornadas de huelga en diciembre en la enseñanza concertada, en su mayoría religiosa, las ikastolas no están convocadas, ha servido para poner de nuevo de manifiesto que las posturas entre los sindicatos y la patronal están completamente enfrentadas y que el conflicto amenaza con enquistarse y alargarse durante el año que viene. De hecho, los sindicatos, que han convocado toda esta semana de paro, justo después del puente, y a las puertas de las vacaciones de Navidad, ya han advertido de que intensificarán la huelga en enero, si Kristau Eskola y AICE-IZEA- las dos patronales, “no activan una negociación con contenidos”, lo que complicaría mucho el curso para 130.000 alumnos y sus familias. Ya realizaron tres días de paros en octubre.
La huelga se ha secundado por alrededor del 70% de los 9.000 trabajadores que estaban llamados a parar, según los sindicatos, que han criticado los servicios mínimos. Las patronales han rebajado el seguimiento hasta el 21,51%: un 18,25% en Álava, el 26,41% en Bizkaia y el 15,51% en Gipuzkoa; mientras que en un 30,21% de los centros de Kristau Eskola la huelga no ha tenido incidencia, según la patronal.
Todos los sindicatos del sector, ELA, Steilas, CCOO, LAB y UGT, están de acuerdo en que las patronales no les dejan más alternativa por su negativa a negociar. Recuerdan que la vigencia del convenio expiró en diciembre de 2021, y que el anterior estuvo 10 años sin renovar y “los trabajadores y trabajadoras tuvieron que hacer 29 días de huelga para conseguir el nuevo convenio”.
Los sindicatos han recordado que transcurridos nueve meses desde la última mesa, las patronales Kristau Eskola y AICE- IZEA convocaron una reunión de negociación para el 27 de noviembre “forzadas por las movilizaciones. Sin embargo, no trajeron ninguna propuesta a ésta reunión”. También se han reunido con el departamento de Educación la pasada semana, un encuentro que “también terminó sin avances”. “No queremos ir por el mismo camino del anterior conflicto”, dicen las centrales, por lo que “piden a las patronales que traigan a la mesa propuestas que permitan consensuar el convenio cuanto antes. También han instado al Departamento de Educación a intervenir en la solución del conflicto”.
“No es nuestro espacio”, dice Bildarratz
Sin embargo, el departamento de Educación no tiene ninguna intención de mediar. El propio consejero, Jokin Bildarratz se ha referido este lunes al conflicto, limitándose a instar a las partes a “dialogar, negociar y acordar” porque las consecuencias que la huelga puede ser “muy perjudiciales” para los alumnos. Pero, a la vez, ha recordado que “hay una patronal”. “Nos pidieron una reunión y a nadie le negamos una reunión, a nadie”, ha señalado en referencia al encuentro que mantuvieron la pasada semana con los sindicatos. “Pero no es nuestro espacio. Aquí no, hay una patronal y unos sindicatos. Entonces, si podemos ayudar, ayudaremos, pero tenemos poco margen para participar”. Bildarratz ha recordado que a corto plazo, vienen las vacaciones de Navidad. “Habría que usar esos días para lograr un acuerdo amplio lo más rápido posible, porque las consecuencias para el alumnado pueden ser muy importantes”.
Desde Kristau Eskola, por su parte, han considerado “prioritario” seguir trabajando por el mantenimiento de los puestos de trabajo y la sostenibilidad de los centros, y han incidido en este sentido en la necesidad de que los acuerdos con los sindicatos contemplen las consecuencias que la bajada de la natalidad tendrá nuevamente en el período de matriculación. “Una realidad que ineludiblemente se impondrá a todos los centros”. Y aseguran por ello que Kristau Eskola “viene ya trabajando para la configuración de alternativas que garanticen tanto el mantenimiento de los puestos de trabajo como la sostenibilidad de los centros, habida cuenta que ambos objetivos son inseparables”. Una labor que debe “asumirse de manera conjunta, de la mano del Departamento de Educación y con el concurso de los sindicatos” Sin embargo, constatan que no ha percibido “actitud propositiva de diálogo” por la parte sindical en el proceso de negociación colectiva del nuevo convenio “siendo la movilización y el llamamiento a la huelga prácticamente el único movimiento certero”, aseguran.
Las reivindicaciones de los sindicatos se centran en “medidas para aliviar las cargas de trabajo, mejoras para los sectores más feminizados y precarizados, subidas salariales que garanticen el IPC, medidas para mantener los puestos de trabajo y contenidos de Formación Profesional. Los planes de euskera, los planes de igualdad y los planes para abordar la salud laboral y especialmente los riesgos psicosociales también están en el punto de mira de los sindicatos.