La desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral se va a acortando, pero a un ritmo demasiado lento. Una de las principales conclusiones que se han podido extraer del I Congreso de Brecha Salarial, que se ha celebrado en Bilbao organizado por el Gobierno vasco, es la necesidad de atraer a las jóvenes a estudios y formación que las lleve a trabajos mejor remunerados, hasta ahora mayoritariamente ocupados por hombres, para ir reduciendo esa brecha salarial fijada en el último dato en casi el 18%. Pero, esa apuesta por atraer mujeres a profesiones más técnicas o industriales requiere todavía de mucho tiempo, hasta que esas niñas a las que ahora se les quiere cambiar su percepción sobre determinadas profesiones accedan al mercado laboral. Pero, ¿qué pasa hasta entonces con esa mitad de la población que se siente discriminada? ¿Cómo hacer que una mujer acceda a determinados trabajos o pueda promocionar en su empresa? ¿Cómo acelerar el cambio?
Estas preguntas han sobrevolado las dos jornadas del congreso y José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Economía de la Universidad Complutense las ha dado respuesta en una sola frase: “Soy firme defensor de las cuotas porque son un acelerador del cambio”, ha señalado. De forma temporal, eso sí, “es un sistema que no puede alargarse en el tiempo”, ha puntualizado, pero es la única forma de que cada vez haya más mujeres en las empresas y los procesos de selección de personal, “lo que hará que las compañías aceleren los procesos de igualdad”. Muchas veces son las propias mujeres las que están en contra de las cuotas porque parece que les resta méritos a su profesionalidad, pero Conde-Ruiz ha recordado que los únicos países que obligan a una cuota de mujeres en los consejos de administración, son los que han progresado. “Alemania lo hace”, ha recordado.
Igual de categórica se ha mostrado la directora territorial en Euskadi del Banco de Santander, Patricia Arias. “Cuotas sí, alto y claro”, ha señalado. “Una cuota a favor de la mujer no es que la chica gana y el chico pierda”, ha dicho, sino que hay que impulsar la entrada de mujeres para que “el cambio llegue más rápido”. Porque, sin cuotas, también llegaría esa transformación inevitable de la sociedad, pero, “si tarda mucho, se van a quedar muchas trabajadoras por el camino; hay que empujarlo”.
La responsable del Banco de Santander en Euskadi ha participado en una mesa redonda bajo el título 'La igualdad de género en la empresa, factor de competitividad' en la que se han mostrado historias de empresas que pueden calificarse de modelos, a tenor de lo expresado por sus representantes, en la búsqueda de igualdad en sus plantillas. Además de Arias ha participado la responsable de Sistemas Retributivos del Grupo Iberdrola, Mercedes Moreno, la directora de Relaciones Institucionales en Microsoft Ibérica, Montse Pardo, la Jefa de Programa de BlaBlaCar, Shannon Vetes, y la directora De Gestión de Personas y Organización de Tubacex, Ainhoa Rivera. Al coloquio se ha unido también la vicelehendakari Idoia Mendia.
Pese a que son empresas con amplia representación de mujeres en los puestos de dirección, han reconocido que para ello, es necesario un sistema de discriminación positiva sin el cual, quizá esas mujeres no hubieran llegado donde están, al seguir siendo las empresas, especialmente las muy técnicas o industriales, un entorno eminentemente masculino. Por ejemplo, Montse Pardo, de Microsoft, ha señalado que es obligatorio que en los procesos de selección, haya, como mínimo, una mujer en la terna final.
Estas directivas se han referido en sus intervenciones al esfuerzo que se está haciendo desde sus empresas para terminar con la desigualdad, por los que la vicelehendakari ha resaltado que “la brecha salarial existe, pero cuando las empresas ponen medios esa diferencia se combate”, ha señalado, y ese el el mensaje que cree que debe calar en las empresas, como un factor además de crecimiento y de competitividad. “Si se hacen políticas positivas acabas luchando y combatiendo contra ella”, ha señalado.
Mendia ha enumerado también algunas de las políticas impulsadas desde el Gobierno vasco para lograr que disminuya la brecha, como un línea de apoyo para las mujeres directivas o ayudas para favorecer la contratación de mujeres en los sectores industrializados, con lo que buscan “sacar ese talento que está en el desempleo, recualificarlo y ponerlo en sectores con mejores empleos”. Asimismo, ha señalado que, siendo conscientes de que en estos temas las pymes tienen “mayores dificultades”, también se está tratando, desde el ámbito de la mesa de diálogo social, de dar formación y medios para que estas empresas vayan implementando planes de igualdad.