El Gobierno ha admitido que el BEC, la principal Feria de Muestras de Euskadi, ha recibido este año una inyección de 3,2 millones pero sigue sin aportar los datos del déficit del pasado año, que los responsables del BEC también se han negado a aportar. La consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, ha admitido, en una comisión en el Parlamento, esa inyección adelantada en julio por este diario, la primera vez que se amplía capital para absorber las pérdidas de explotación en sus diez años de vida. Todos los años se suscriben ampliaciones de 24 millones (12 del Gobierno y 12 de la Diputación) pero están destinadas a financiar la construcción de la infraestructura, que costó 520 millones de euros.
Cada año, el BEC pierde, por solo su funcionamiento, una media de cuatro millones de euros. Aunque tanto los responsables de la Feria como este lunes la consejera han aportado datos de la actividad del pasado año, como su utilización o impacto económico, no ha aparecido ninguna referencia a los datos económicos. La justificación, reiterada este lunes por Tapia, es que deben presentarse al consejo de administración convocado para la próxima semana.
La consejera ha valorado positivamente el plan de choque anunciado hace un año que no concretaba cómo se iban a reducir los gastos y tampoco ha concretado el dinero detallado para coneguir los ahorros. Ha aludido a un “notable incremento” de actividad de espectáculos y conciertos en el Bizkaia Arena, que la tendencia “es buena”, que se generarán 500.000 euros de ingresos por el uso de los espacios del BEC y, aunque no ha dado detalles, ha adelantado que hay cadenas de hipermercados interesadas en alquilar alguno de sus locales. A ello ha añadido que habrá un 12 % más de firmas expositoras en la Bienal de Máquina Herramienta, el principal certamen de la Feria que se celebra cada dos años.