Un tercio de las nuevas licencias para pescar angulas en Euskadi se adjudicarán por sorteo público

Un tercio de las nuevas licencias para realizar la pesca de angulas de forma profesional en Euskadi se adjudicará por sorteo público, mientras que los dos tercios restantes se distribuirán en base a puntuaciones en función de unos baremos en los que prima estar en paro, trabajar en el sector pesquero con una antigüedad menor a tres años, o pertenecer al colectivo de los nacidos en 2005, -es decir tener 18 años- o ser menor de 33 años. También tendrán preferencia los que hayan participado en campañas anteriores y los que hayan colaborado aportando datos al plan de gestión para la recuperación de la angula desde el ejercicio 2010. Así se contempla en el borrador de decreto para regular la pesca profesional de angula en Euskadi que estará todo este mes en fase de alegaciones de forma previa a que sea aprobado por el Gobierno. Este reglamento permite acceder también a ser pescador profesional de angulas a personas jubiladas, siempre que “los ingresos procedentes de esta actividad no sean superiores al Salario Mínimo Interprofesional mensual”.

De hecho, el borrador de decreto del Gobierno vasco distingue entre profesional activo y profesional pasivo-pensionistas- atendiendo a una petición del colectivo de anguleros que les parece que es una vía para continuar con “la tradición” de esta actividad, que hasta ahora estaba catalogada como “pesca recreativa” y que por lo tanto “hay personas jubiladas en el colectivo que lo tienen como una afición”. Fuentes de la Asociación de Anguleros de Euskadi han señalado que el decreto se adapta al acuerdo que cerraron en el mes de abril con la Administración, por lo que no se plantean presentar alegaciones. Las alegaciones pueden llegar desde asociaciones ecologistas que desde un principio consideraron que la pesca de la angula debía prohibirse por completo para proteger la especie.

El Gobierno vasco ha puesto en marcha la profesionalización del sector después de que la Unión Europea haya decidido restringir drásticamente la pesca profesional de esta especie para evitar su extinción y prohibir la pesca deportiva. Como en Euskadi esta pesca se realizaba sólo en la categoría de “deportiva”, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente que dirige Arantxa Tapia llegó a un acuerdo con el sector para hacer un registro de pescadores profesionales, aunque esta pesca se hará siempre con criterios de sostenibilidad de la especie, como señalan desde el Gobierno vasco. De entrada, las licencias se han reducido a 150 repartidas entre 138 para la pesca desde tierra y 12 licencias para pesca desde barco, frente a las alrededor de 700 que había de pesca deportiva.

Las licencias serán personales e intransferibles por temporada y se concederán para una única cuenca o zona determinada por lo que la actividad de la persona titular se limitará a la zona indicada en ella. Los titulares de las licencias, que deberán estar inscritos en un registro, tendrán un cuaderno de capturas en le que deberán anotar el peso de las realizadas, las artes de pesca empleadas y la fecha y el horario de la pesca y mantenerlo actualizado, con el fin de que esté en todo momento controlado que no se exceden del tope de capturas, que se establecerá en cada temporada y que podrán ser diferentes para los profesionales activos y los pasivos.

Ventas controladas y más jóvenes y mujeres

El hecho de que la pesca se profesionalice permite que se vendan de forma legal las capturas. El borrador del decreto estipula que el pesaje y la venta de las capturas diarias se realizará de forma individualizada en los puntos de primera venta autorizados designados mediante resolución de la persona titular de la dirección competente en la materia. Aunque en Euskadi no son muchas las capturas que se realizan y, de hecho, la mayoría de las angulas que se comercializan son importadas, este control sobre las ventas es un paso importante para acotar el mercado negro de esta especie tan apreciada en la que se mueven auténticas mafias para su compra-venta de forma ilegal

Aunque el decreto mantiene la posibilidad de que los pescadores tradicionales -ya mayores- puedan continuar con la pesca de forma profesional al permitirse que se inscriban en el registro personas pensionistas, busca también un relevo generacional en el sector, al primar en el baremo de puntos a los jóvenes de 18 años y permite obtener licencia para la pesca en tierra desde los 16 años. También prima la incorporación de mujeres al sector, ya que establece que “en caso de existir más solicitudes que cupo a distribuir y se haya producido un empate, el desempate se resolverá a favor del sexo menos representado”, que en este caso es el femenino, según confirman fuentes del sector. También se crea una comisión mixta para el seguimiento, estudio de la evolución, y aplicación de la normativa europea para la recuperación de la angula que deberá tener una composición respetando la Ley de Igualdad.