El Parlamento Vasco ha aprobado por unanimidad -desde EH Bildu hasta Vox, algo inusual- una iniciativa que insta al Gobierno a “adecuar y reforzar” los recursos específicos de los programas y servicios de Osakidetza para la atención de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). La negociación no ha sido sencilla y ha implicado incluso conversaciones en la cafetería. Algunas personas afectadas han acudido a la Cámara y, emocionadas, han explicado sus sufrimientos.
El pleno del Parlamento ha debatido este jueves sobre las TCA a propuesta de PP+Cs, que había presentado una moción en torno a este asunto, aunque finalmente ha alcanzado un acuerdo con el PNV, EH Bildu y el PSE-EE en torno a un texto alternativo a su propuesta original, informa Europa Press. También se han sumado al consenso Elkarrekin Podemos-IU y Vox.
La resolución unánime recuerda que el Departamento de Salud ya ha iniciado un “proceso de reflexión” para la definición de una nueva estrategia de salud mental para Euskadi, en la que se incluirá, entre otros objetivos, el abordaje de los Trastornos de Conducta Alimentaria. En este sentido, se alude a que se ha creado, dentro del Consejo Asesor de Salud Mental, un nuevo grupo monográfico sobre Trastornos de Conducta Alimentaria.
En la parte resolutiva de la iniciativa aprobada este jueves se insta al Departamento de Salud a que permita que en el nuevo grupo monográfico sobre TCA “participen de forma coordinada los agentes implicados y las personas usuarias”. Asimismo, se solicita al Departamento de Salud que evalúe, antes de finalizar 2022, la incidencia de este tipo de trastornos en la sociedad vasca, así como los recursos existentes para dar respuesta a estos problemas, “teniendo en cuenta expresamente la atención integral y multidisciplinar que precisan las personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria, así como los apoyos a sus familias y entornos afectivos”.
Por otra parte, la Cámara reclama que en la nueva estrategia de salud mental se incluyan “aquellos servicios, prestaciones y recursos que se consideren necesarios” para la atención de las personas con TCA, y que “se creen, adecúen y refuercen los recursos específicos de los programas y servicios de atención” de Osakidetza para este tipo de trastornos. A su vez, se pide que se sigan garantizando suficientes plazas y profesionales especializados en los centros de día y comedores terapéuticos, para que presten “una auténtica terapia y una atención multidisciplinar integral, continuada y coordinada”.
El Parlamento solicita, asimismo, que se evalúen, dentro del programa específico de TCA, propuestas asistenciales para aquellos casos que requieren de estancias hospitalarias más prolongadas. Todo ello, sobre la base de “un proyecto terapéutico, con mayor flexibilidad en los procesos, y de la mano de un equipo de trabajo multidisciplinar con formación específica en TCA”. La enmienda aprobada reclama que en este proceso de evaluación y elaboración de la nueva estrategia de salud mental, se potencie “la continuidad asistencial multinivel, fortaleciendo el modelo comunitario”.
Otra de las demandas recogidas en el texto es que se establezcan “protocolos de derivación específicos para las personas con TCA de gravedad y complejidad elevadas, siempre que el equipo médico especializado en TCA así lo considere, a recursos de otras comunidades autónomas”. Esta derivación se realizaría asumiendo la propia Osakidetza “el correspondiente gasto sanitario, al igual que en los tratamientos de otras patologías”. El texto propone, asimismo, que el Departamento de Salud “impulse de forma transversal y en múltiples ámbitos la promoción de la salud mental, la prevención y la lucha contra el estigma” que padecen las personas con TCA.
En el transcurso del debate, la parlamentaria de PP+Cs Laura Garrido ha advertido de que este tipo de trastornos se han incrementado un 39,6% desde el inicio de la pandemia de la COVID-19. “En el año 2019 hablábamos de 5.932 casos; y en 2021, de 8.557”, ha explicado. Garrido ha añadido que las consultas por este motivo han aumentado un 72%, mientras que los ingresos hospitalarios aumentaron en 263 casos en 2020 en relación al año anterior y volvieron a incrementarse en 359 casos en 2021 respecto a 2020.
La parlamentaria de PP+Cs ha expresado su “satisfacción” por el acuerdo alcanzado, y ha expresado su confianza en que las medidas planteadas contribuyan a corregir las “múltiples deficiencias” que presenta Osakidetza para dar respuesta a las personas con TCA, sobre los que ha recordado que “pueden desencadenar enfermedades físicas importantes y que en casos extremos puede llevar a la muerte por desnutrición y al suicidio”.
Por su parte, la parlamentaria del PNV Itxaso Berrojalbiz ha lamentado que este tipo de trastornos comienzan “a edades cada vez más tempranas”. En este sentido, ha destacado que Osakidetza ofrece una atención “adecuada” a las personas con TCA, y que cuenta con un programa “fuerte, completo y con recursos” para tratar estos problemas, si bien ha subrayado que los instrumentos actuales son objeto de “contraste y análisis” permanentes. La parlamentaria de EH Bildu María Garde ha subrayado que las personas con TCA y sus familias se enfrentan a situaciones “crudas”, y que la pandemia ha supuesto un “tremendo aumento” de casos de estos trastornos. Desde el PSE-EE, Ekain Rico ha subrayado que aunque no se parte “de cero” existe “margen de mejora” para dar una respuesta a estos trastornos desde la Sanidad pública. “Contamos con recursos, pero hay que plantear una revisión y mejora”, ha enfatizado. El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU Jon Hernández ha manifestado que este es un problema de salud “grave”, por lo que “es más que oportuno prestarle atención” desde las instituciones. Además, ha rechazado realizar una “enmienda de totalidad” a la actuación de Osakidetza para afrontar los TCA, aunque ha afirmado que “evidentemente hay carencias” a las que se debe buscar solución. La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez Grisaleña, ha manifestado que los TCA es “un mal cada vez más extendido” y genera “un sufrimiento indescriptible”.