Urkullu y Chivite coinciden en censurar los recibimientos a expresos de ETA tras su excarcelación

83 kilómetros distancian por carretera Donostia de Pamplona y apenas 90 minutos han estado separados los primeros discursos de arranque del curso político del lehendakari, Iñigo Urkullu, que como es tradición ha llevado al Palacio de Miramar el primer Consejo de Gobierno de la temporada, y de la presidenta María Chivite. En ambos casos, han mostrado su rechazo a los denominados 'ongi etorri', los recibimientos a expresos de ETA tras el cumplimiento de condenas. Urkullu, además, ha señalado a la responsabilidad de la izquierda abertzale, que en el caso el Parlamento Vasco ejerce de oposición frontal pero que es aliada presupuestaria en la comunidad foral.

“Los 'ongi etorri' no se deberían convocar y menos grabar y difundir”, ha aseverado Urkullu sobre actos como el ocurrido en Bilbao la pasada semana. Entiende el lehendakari que “reverdecen” actitudes que “el Parlamento Vasco ha rechazado”, “actitudes condenables”. “Y pido a EH Bildu que escuche el sentir unánime de las víctimas y el mayoritario de la sociedad representado en el Parlamento Vasco”, ha añadido Urkullu, que en otros pasajes de su comparecencia también ha sido crítico con la coalición que lidera Arnaldo Otegi, por ejemplo al mencionar de soslayo que no debería haber voces que justifiquen los incidentes y la violencia en los botellones o incluso en relación al precio de la luz, ya que dicho sin mencionar nombres que en Euskadi se han limitado posibilidades alternativas de generación energética como la extracción del gas o algunos macroproyectos renovables.

Por su parte la presidenta de Navarra, María Chivite, se ha mostrado partidaria de la aprobación de una ley en el Congreso que prohíba los recibimientos a expresos terroristas. “Todo acto de exaltación de la violencia es para mí rechazable y sería deseable que hubiera una ley que los prohibiera como actos de expresión ciudadana”, ha señalado. Asimismo, ha querido expresar su “apoyo” a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a la Policía Foral al condenar la celebración este pasado fin de semana del 'Ospa Eguna' en Alsasua, un acto en el que un importante número de personas exigen cada año la expulsión de todos los cuerpos policiales de la localidad navarra, singularmente de la Guardia Civil. No obstante, ha concedido que ese acto entró dentro del ejercicio de la “libertad de expresión y manifestación”, algo que ocurre -a su entender- siempre y cuando no conlleven episodios violentos.