El lehendakari, Iñigo Urkullu, y los tres diputados generales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, Ramiro González, Unai Rementeria y Markel Olano, han presentado este miércoles por la tarde en una comparecencia extraordinaria celebrada en la sede de la Presidencia vasca, en Vitoria, “un balón de oxígeno” en forma de 528 millones en inversiones entre 2022-2024 para iniciativas como la digitalización de los sistemas de salud, desarrollo de programas de empleo de calidad, el corredor del hidrógeno, la movilidad sostenible, la “computación cuántica”, prevención de desastres naturales o economía circular, entre otros objetivos. “Es una medida más de reactivación para paliar los efectos de la crisis provocada por la guerra de Ucrania. [...] Se viene a sumar a las iniciativas que tanto el Gobierno vasco como las diputaciones forales estamos adoptando para ayudar a familias y empresas a afrontar este nuevo test de estrés”, ha destacado Urkullu, que ha estado arropado por seis consejeros, cuatro del PNV y dos del PSE-EE.
Y ha añadido: “Son medidas complementarias al plan de choque aprobado este martes por el Consejo de Ministros español que valoramos de forma positiva porque supone una base de apoyo a las familias, empresas y sectores más afectados por la subida del precio de la energía. Estas medidas se enmarcan también en las adoptadas por el Consejo Europeo en sus reuniones del 24 y 25 de marzo. [...] Estamos ante un problema global y las decisiones que se adopten a nivel local por las administraciones vascas deben ser complementarias y estar alineadas con las decisiones que se adopten a nivel estatal y europeo. La sociedad y las empresas vascas tienen la confianza de que cuentan con un plus de apoyo adicional. Hemos actuado y vamos a seguir actuando. Siempre desde la complementariedad, la coordinación y la eficiencia”.
Sin embargo, aunque Urkullu ha vinculado directamente este paquete de inversiones a la nueva crisis económica -que ya ha obligado a reducir un tercio la previsión de crecimiento del PIB vasco para 2022-, esta iniciativa ya estaba prevista de antes, dentro del programa Berpiztu de relanzamiento y reactivación tras la pandemia de la COVID-19. De hecho, el propio lehendakari ha asegurado que los proyectos concretos estaban recogidos en el documento Euskadi Next, que es la relación de planes diseñados en Euskadi para captar fondos del programa comunitario Next Generation EU.
Las nuevas inversiones suponen “acelerar” con fondos propios las iniciativas que aspiraban a captar fondos europeos, como ya se hizo meses atrás con otros proyectos como la extensión del metro de Bilbao. Entre los proyectos presentados está la piscifactoría en la antigua centra nuclear de Lemoiz, el proyecto Basquevolt de baterías para vehículos eléctricos. 528 millones es el equivalente al 4% del presupuesto anual del Gobierno vasco.
Preguntado expresamente Urkullu por ello, el lehendakari ha admitido que el plan estaba previsto de “antes” de la invasión rusa en Ucrania, hechos que ha condenado. “Tenemos que obrar con perspectiva. Este plan está contemplado para el desarrollo de Euskadi Next. Con proyectos que ya veníamos trabajando desde 2021. Está alineado con los componentes [de Next Generation EU] y con los tres proyectos estratégicos que ofrecimos al Gobierno español a demanda de la vicepresidenta Nadia Calviño. Son, por lo tanto, inversiones estratégicas que nacen sin la circunstancia desgraciada. Es un compromiso del Gobierno vasco y de las diputaciones. Pero el compromiso es que nosotros vamos a acometer los mismos proyectos. La financiación es con recursos propios de las instituciones vascas”, ha explicado. Eso sí, ha destacado que Euskadi “desde el 24 de febrero” está poniendo medidas específicas para atender a los refugiados o responder a otras consecuencias de la guerra.
Ya antes, hace dos semanas, los 150 millones de apoyo a programas de eficiencia energética que ha citado Urkullu este miércoles nuevamente también fueron presentados en el marco de lo que el lehendakari ha venido en llamar 'economía de guerra' pero igualmente estaban previstos en los presupuestos ordinarios. También ha puesto en valor las ayudas de 10 millones de euros del Instituto Vasco de Finanzas a compañías vascas instaladas en Rusia, Ucrania o Bielorrusia.
Al término de la rueda de prensa, el lehendakari ha invitado a los periodistas a releer el punto cuarto de la declaración de la conferencia de presidentes de La Palma. En él se admite como medidas de respuesta a la guerra planes que “desarrollarán e intensificarán las ya anunciadas hasta ahora”.
En el caso de las diputaciones, ya presentaron de manera conjunta esta misma semana ayudas valoradas en unos 165 millones y aplazamientos fiscales. En sus intervenciones, González, Rementeria y Olano han coincidido en destacar la imagen de coordinación interinstitucional. González ha ironizado que la economía, con un IPC subiendo al 10%, no da descanso a las instituciones. Las instituciones se volverán a reunir este viernes en un Consejo Vasco de Finanzas extraordinario para dar luz verde a los fondos. Por otro lado, los diputados generales han explicado que serán las Haciendas vascas las que aplicarán las bonificaciones a la compra de gasolina anunciadas por el Estado. “Cuanto antes. El 1 de abril estará en marcha”, ha pronosticado el vizcaíno Rementeria. Sus colegas han recordado que actuarán de manera coordinada y con el apoyo del sector.
La semana que viene Urkullu ya ha comprometido también una ronda de reuniones con todos los partidos de la oposición. Las citas serán entre el lunes y el miércoles. “Estoy convencido de que con este espíritu de colaboración vamos a ser capaces de remar juntos en la misma dirección. Vamos a ser capaces de superar este nuevo escenario de dificultad e incertidumbre”, ha explicado. “Hablar significa también escuchar. Estoy dispuesto a intentar ver su ensamblaje con las propuestas que nosotros estamos trabajando”, ha añadido después a preguntas de los periodistas.