Urkullu no contempla nuevas medidas más allá del pasaporte COVID y prevé un “cambio de tendencia”

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que como muy tarde el lunes 13 de diciembre se solicitará autorización judicial a la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para ampliar los espacios de ocio en los que se solicitará el denominado pasaporte COVID. Como ya se anunció, afectará ahora a toda la hostelería, a gimnasios y polideportivos y a quienes vayan de visita a hospitales, residencias o incluso cárceles. En la anterior ocasión, fue preciso un recurso ante el Tribunal Supremo para lograr su implantación. Euskadi empezó a trabajar en este plan allá por el 16 de noviembre. En todo caso, Urkullu ha afirmado que no se contemplan más medidas aun cuando la tasa de incidencia acumulada supera ya los 800 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y en la UCI hay 72 camas ocupadas, un nivel que en otras fases de la pandemia llevó a restricciones mucho más severas.

Es más, en vista del frenazo del R0 -casos generados por cada infectado- y de la tasa a 7 días, Urkullu ha querido aportar una brizna de optimismo: “Vamos a esperar hasta el martes de la semana que viene para analizar la incidencia del puente festivo. Nos damos un margen para analizar todos los datos. Pero, quizás, a la luz de los datos de hoy, podríamos estar atisbando un cambio de tendencia”. Hay un “elemento de esperanza” en algunos indicadores, ha avanzado Urkullu, quien ha confiado en que “las medidas que se están adoptando sean suficientes” sin necesidad de dar nuevos pasos.

Sobre el pasaporte COVID, Urkullu ha propuesto denominarlo “certificado de vacunación” ya que -asegura- su principal utilidad es que fomenta que quienes todavía no se han inmunizado lo hagan. Ha recordado que hay un 90% de la población mayor de 12 años con la pauta completa pero que no se alcanzan esos niveles de cobertura en personas con mucha “vida social” de entre 20 y 40 años. Sin embargo, ha orillado que también se puede lograr ese pase con una prueba negativa o incluso tras haber pasado la enfermedad recientemente.

A tenor de los datos ofrecidos por el propio Urkullu -que ha pedido disculpas por haberlos recitado de memoria y quizás sin un 100% de precisión: “¡No digan que el lehendakari no sabe cuáles son los datos!”- la tasa de incidencia ha alcanzado los 827 puntos y en la UCI hay 72 pacientes en estado crítico, dos menos que el pico de esta semana aunque es todavía un porcentaje muy superior al de hace pocas semanas. El lehendakari ha ofrecido estas explicaciones en Pamplona, adonde ha acudido a reunirse con la presidenta, María Chivite, y firmar un nuevo protocolo general de cooperación entre “País Vasco-Euskadi” y Navarra. Al ser las dos zonas de España con tasas más altas de contagio, Urkullu ha insistido en su tesis de que se explica en buena medida porque se hacen muchas pruebas. “Desconozco cómo están abordando las diferentes olas del virus en otras comunidades. En Euskadi desde el primer día estamos tratando de detectar todos los casos posibles, también los asintomáticos. Tener una tasa elevada conocida depende del número de test realizados. Éste es el primer paso”, ha enfatizado.

Urkullu ha aprovechado su comparecencia para insistir en la observancia de medidas como la higiene de manos y el uso continuado de mascarillas, incluso en exteriores y en todo caso. De hecho, no se ha retirado la protección en el acto con Chivite aunque ella, en un inicio, sí ha prescindido de la mascarilla para ofrecer un discurso. También ha recalcado que en espacios interiores es imprescindible procurar una adecuada ventilación.