El lehendakari, Iñigo Urkullu, persiste en no revelar su calendario y continúa sin aclarar cuando serán las elecciones vascas. Toda la Euskadi política mira al 21 de abril por motivos de agenda, de actividad parlamentaria y con la idea de no mezclar este proceso con las europeas, que serán en junio. Pero Urkullu sigue jugando al misterio. “La legislatura no termina hasta el último día”, se ha limitado a responder en la sesión de control al Gobierno que se celebra este viernes en el Parlamento, donde EH Bildu ha formulado una pregunta en este sentido aunque sin preguntarle expresamente por un día.
Urkullu ha insistido en que quiere cerrar cuatro leyes en las próximas semanas, en concreto las de lucha contra el cambio climático, cooperación, infancia y adolescencia y transexualidad, ya cerradas y pactadas incluso con la oposición. También ha apuntado que sigue con intención de poner en marcha un centenar de medidas que detalló antes de Navidad. Finalmente, quiere cerrar con el Estado la transferencia de tres competencias nuevas, Cercanías, Inmigración -encima de la mesa mucho antes que Junts lo planteara para Catalunya- y la homologación de titulaciones académicas. El pacto del PSOE con el PNV para la investidura de Pedro Sánchez ubica en marzo la finalización de estos traspasos pendientes desde 1979 y que, según ha verbalizado el lehendakari, se sumarían a otros once a lo largo de sus tres legislaturas (principalmente Prisiones o el IMV) y a la reforma y actualización del Concierto Económico.
Urkullu, que no repetirá como candidato del PNV, que ha optado por Imanol Pradales, ha deseado también dejar a su sucesor “el mejor legado posible”. Y eso implica dar el máximo cumplimiento al programa de Gobierno comprometido, según ha manifestado. En todo caso, ha recordado que aunque las elecciones de 2020 fueron en julio hacerlas en abril no sería un adelanto electoral. ¿Por qué? Urkullu convocó esos comicios en febrero para que se celebraran en abril pero de modo excepcional tuvieron que ser suspendidas y aplazadas hasta el verano por el confinamiento por la COVID-19. Se hizo de acuerdo con Alberto Núñez Feijóo, que era entonces el presidente gallego. De hecho, 2024 será la primera vez desde 2005 en que no coinciden los comicios vascos y gallegos.
“Con todo el respeto, hemos traído una pregunta de interés general. Es pertinente. La claridad es fundamental”, ha encajado Nerea Kortajarena, portavoz de EH Bildu y líder de la oposición, al ver que no obtenía referencias más concretas. Ha defendido que todos los partidos -también el PNV- están ya en modo electoral. “Los cierres también hay que planificarlos. La situación sólo genera incertidumbre”, ha concluido Kortajarena, que irá de cabeza de lista por Gipuzkoa dentro de la candidatura de Pello Otxandiano.
Este debate se ha producido después de que trascendiera la encuesta preelectoral Focus de EiTB, elaborado por la empresa Gizaker. El sondeo da como ganador al PNV con 28 escaños, lo que implicaría una caída. EH Bildu crecería hasta los 26. Los nacionalistas han querido presentar estos datos como una muestra de que los comicios serán un cara a cara entre Pradales y Otxandiano. El PSE-EE pasaría a 12 escaños. El actual formato de Gobierno retendría, por lo tanto, una mayoría absoluta. El PP también sube a seis escaños. Son en solitario los mismos que sacó en coalición con Ciudadanos hace cuatro años. Vox y Ciudadanos desaparecerían de la ecuación, siempre según estos datos. En cuanto a la gran incógnita pendiente, la encuesta otorga dos escaños a Podemos en solitario y uno a Sumar, IU y Berdeak Equo si esa fuera finalmente la resolución de las negociaciones mantenidas en la izquierda no nacionalista a la izquierda de los socialistas.
En la misma sesión, el PP también ha formulado duras críticas a su último viaje institucional a Bruselas, en el que Urkullu ha defendido el derecho de autodeterminación de las naciones europeas sin Estado de la mano de, entre otros, el catalán Pere Aragonès. Carlos Iturgaiz, que ha sido apartado por su partido y relevado por Javier de Andrés, ha llamado “lehendakari emérito” a Urkullu, quien ha replicado con sorna que él también es “emérito” en su partido. “Euskadi es Europa”, ha zanjado el lehendakari, que ha hecho una defensa de sus “aportaciones” y de una Europa de los pueblos y no de los Estados.