La ciudadanía vasca pone una nota media de 7,5 sobre 10 a la atención a personas con COVID-19 del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) durante la pandemia y eleva esa calificación a 8,6 cuando se pregunta por los profesionales sanitarios. Los científicos también son considerados y reciben un 7,6. ¿Y los políticos? Aprueban pero obtienen menos nota. El Gobierno de Iñigo Urkullu alcanza una media de 6,3, el de Pedro Sánchez un 5,3 y la Unión Europea un 5,4. Los medios de comunicación -sin especificar cuáles- tienen una nota media general de 5,6.
Estos resultados forman parte de una encuesta hecha pública este jueves por el Gabinete de Prosección Sociológica del Gobierno vasco (GPS) y que ha sido elaborada por la empresa externa Gizaker. Los datos se recogieron del 15 al 19 de octubre, esto es, la semana siguiente al final de la emergencia sanitaria y antes de que empezaron de nuevo los avisos por un posible repunte de los casos. Hubo 1.200 entrevistas, 500 en Bizkaia, 375 en Gipuzkoa y 325 en Álava, el 50% con llamadas al fijo y la otra mitad con llamadas a móviles.
Por partidos, el Ejecutivo vasco es más valorado por los simpatizantes de las dos formaciones que lo componen, PNV y PSE-EE. En ambos casos le dan un notable. Los socialistas, de hecho, valoran más el gabinete de Urkullu que el de Sánchez, con 7,3 y 6,4, respectivamente. Únicamente los votantes de Vox suspenden la gestión vasca, ya que los de EH Bildu le ponen un 5,1. Se da la circunstancia de que los extranjeros y los habitantes procedentes del resto de España dan mejor nota al Gobierno vasco que los nacidos en Euskadi.
Un 38% considera que se ha respondido mejor a la COVID-19 que en otras comunidades autónomas y un 31% cree que la atención ha sido similar. Un 4% sí que entiende que las cosas se han hecho peor que en otros lugares. El 65% ve adecuadas las medidas que se han ido adaptando por un 10% que considera que ha habido exceso de manga ancha y un 20% que opina lo contrario. Son los jóvenes de 18 a 29 años los que más apoyan la opción de que se ha actuado de una manera muy estricta, un 34% frente al 7% que lo cree entre los mayores de 65 años. Un 28% añade que el final de la emergencia sanitaria ha llegado demasiado pronto por un 13% que piensa que algunas restricciones tendrían que haber desaparecido antes.
Una de las pocas medidas que se mantiene es el uso de la mascarilla en interiores. ¿Qué opina la ciudadanía? El 79% asume que hay que continuar con ella, el 11% estima que habría que retirarla si todos los presentes están vacunados y el 7% directamente aboga por regresar a la normalidad anterior a la pandemia. Más dudas suscita la posible vacunación de menores de 12 años: el 48% accedería a que su hijo recibiera el pinchazo pero un 23% lo rechaza y un 27% no está seguro. En la actualidad, un 48% de los vascos se muestra poco o nada preocupado ya por los contagios de coronavirus. Y un 54% cree altamente improbable que llegue una nueva oleada. Un 89%, por el contrario, sí teme las consecuencias de la pandemia para la salud mental y un 88% el efecto económico.
elDiario.es/Euskadi
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