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Volver a estudiar otra oposición porque no han llegado las notas de la anterior: “Ante la duda, ¿quién se arriesga?”

Inés Viejo tiene 50 años y lleva trabajando como enfermera en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) desde 1997. No recuerda del todo si se ha presentado a un total de ocho o nueve oposiciones, pero sí que estaba casi segura de que la que hizo el pasado julio, la correspondiente al año 2018-2019, iba a ser la última. Se equivocaba. Aun sin saber si obtuvo plaza estable en el anterior examen, ha tenido que volver a matricularse este martes en la Oferta Pública de Empleo (OPE) correspondiente a los años 2020, 2021 y 2022 y otra de estabilización, que cuenta con 7.639 plazas para profesionales de la Salud.

“Tenemos al sensación de que no se nos respeta. Es una tomadura de pelo. No son conscientes de que estudiar una oposición consume nuestra vida, nuestro tiempo y esfuerzo. A la vez que estudiamos para conseguir una plaza, trabajamos y es un esfuerzo extra si al llegar a casa tenemos que encargarnos del cuidado de nuestras familias. Muchas de las personas que nos hemos vuelto a inscribir sabemos casi seguro que en la anterior OPE conseguimos plaza, pero ante la duda, ¿quién se arriesga?”, se pregunta Viejo.

No son conscientes de que estudiar una oposición consume nuestra vida, nuestro tiempo y esfuerzo

Al igual que Viejo, Belinda Linares, también enfermera de Osakidetza durante casi 20 años, se encuentra en un callejón sin salida: tiene que volver a presentarse al examen sin saber si ha conseguido plaza en el anterior. “Puedo decir casi con seguridad que tengo plaza. Es más, creemos que hay unas 1.200 enfermeras con plaza que van a tener que volver a inscribirse a esta OPE. Como solución podrían sacar una lista provisional al menos de aquellas personas que han conseguido la plaza para que no tengan que volver a pasar por todo el proceso. En mi caso, volver a pasar por todo supone un trastorno en mi vida tanto profesional, porque afecta a nuestro trabajo y al trato que tenemos con el paciente, ya que estamos más cansadas si estudiamos, como personal, porque tengo tres hijos y estoy divorciada”, confiesa a este periódico Linares, que ya cuenta con siete exámenes de oposiciones de Osakidetza a sus espaldas.

Desde el sindicato de Enfermería Satse, Amaya Mayor critica que los plazos de resolución de las OPE de Osakidetza sean “poco ágiles” y que por ello, tengan “consecuencias negativas en la vida de las trabajadoras”. Ademas, Mayor confirma que la mitad del temario de una oposición a otra no se repite, por lo que los profesionales tienen que estudiar “hasta 20 temas nuevos”.

Según detallan desde el Departamento de Salud, la convocatoria nace “como respuesta a los retos recogidos en el Marco Estratégico 2020-2024 y a los compromisos adquiridos en la Mesa Sectorial de Sanidad del 11 de mayo de 2021”, sin embargo, Mayor denuncia que el Departamento “se ha visto obligado” a la estabilización del empleo para eliminar la alta temporalidad que había en el sector público. “Estas decisiones de hacer ahora deprisa exámenes de 2020, 2021 y 2022 sin que la OPE anterior esté resuelta, pese a que lo vendan como algo beneficioso para la plantilla y que ha salido de ellos, es algo que han tenido que hacer porque desde Europa se les obliga a acabar con la temporalidad y por la llamada 'Ley Iceta'”, asegura Mayor, quien recalca que la negociación entre los sindicatos y el Departamento de Salud para conseguir mejoras para los trabajadores de Osakidetza “se encuentra bloqueada”.

Otro de los factores que afectan a Viejo, a Linares y al resto de los miles de opositores, es que de las 7.639 plazas que se ofertan, gran parte de ellas, 6.082, se ofertan a través del proceso habitual que se sigue en una OPE: el sistema concurso-oposición, es decir, teniendo en cuenta la suma de puntuaciones que se obtengan del examen y de los méritos profesionales. Sin embargo, por primera vez y de manera excepcional, otras 1.557 plazas se otorgarán mediante el sistema de concurso únicamente, es decir, se valorarán los méritos como la experiencia, la formación o los idiomas sin tener que hacer un examen.

Cada vez que hay una oposición la plantilla se ve afectada porque si ya de por sí estamos al límite, cuando estudiamos mucho más, influye en nuestro rendimiento

“Es muy probable que yo sea una de esas personas, porque tengo nivel de euskera, tengo formación y llevo casi 20 años trabajando en Osakidetza, pero sin saberlo, tengo que volver a hacer el examen. A las profesionales de la Salud se nos ha pedido mucho siempre, con pandemia y sin ella, pero ahora les toca dar a los de arriba. Si no tienen tiempo para corregir los exámenes que entregamos hace casi un año, que contraten a más personal, pero no es justo lo que nos están haciendo. Cada vez que hay una oposición la plantilla se ve afectada porque si ya de por sí estamos al límite, cuando estudiamos mucho más, influye en nuestro rendimiento”, reconoce Linares.

Esto ocurre debido a que habitualmente, el número de plazas que se ofertan en una OPE se calcula con lo que se denomina tasa de reposición, es decir, las plazas que quedan vacantes ese año tras la jubilación o fallecimiento de profesionales de Osakidetza. En este caso, si se suman las tasas de reposición de 2020, 2021 y 2022, da como resultado que el número de plazas totales que se pueden ofertar es de 3.916. Pero además, en esta convocatoria se incluyen las plazas de la OPE de estabilización, que surgen en respuesta al mandato de la Ley 20/2021 de 28 de diciembre de Medidas Urgentes para la Reducción de la Temporalidad. Son un total de 3.723, de las que a su vez 2.166 se ofertan por el sistema concurso-oposición (examen y méritos), y 1.557 por el sistema de concurso (solo méritos). Esto la convierte en el proceso más multitudinario de la historia de Osakidetza en lo que estabilización y consolidación de empleo público se refiere.

Fuentes de Osakidetza admiten que puede haber un inconveniente para algunos candidatos pero recalcan que es “otra oportunidad” de lograr una plaza. Explican que la anterior convocatoria quedó “afectada por la pandemia” y que si se espera a completar todos los trámites se perderían las plazas que se sacan ahora. “Y no estamos para bromas”, recalcan desde el Gobierno. Recuerdan estas fuentes, asimismo, que la OPE celebrada en 2018 y correspondiente a las plazas de 2016 y 2017 aún no ha sido completada, debido a que hay categorías bloqueadas hasta que la Justicia complete la investigación por las denuncias de filtraciones. Añade Osakidetza que “desde las 9.00 hasta las 17.00 horas” de este martes, el primer día para apuntarse a la OPE, “se han registrado cerca de 3.000 inscripciones”.

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