El popular Alberto Casero, que volverá a ser alcalde de Trujillo con mayoría absoluta, manifestó ayer que en los pueblos se vota al proyecto político, pero también a la persona que lo encabeza.
La lista de Casero obtuvo más votos que la autonómica liderada por José Antonio Monago, una circunstancia que achaca a la cercanía que cualquier candidato municipal mantiene con sus vecinos.
“Muchos de los éxitos de Casero para Trujillo han sido gracias a Monago, pero yo estoy más cerca de ellos y a la hora de votar el ciudadano discrimina mucho el voto”, ha manifestado el alcalde trujillano.
En Trujillo, el PP con 2.987 votos ha conseguido ocho concejales, frente a los cuatro del PSOE y uno para Ganemos-Izquierda Unida- Los Verdes. En las autonómicas, el PP ha logrado 2.659 votos de los vecinos de Trujillo, frente a los 1.680 logrados por el PSOE y los obtenidos por Podemos (435), Ganemos-IU (340) y Ciudadanos (173).
A pesar de los buenos resultados, el PP pierde un concejal por “el desgaste propio del gobierno”, según ha comentado Casero, quien, no obstante, considera el resultado de positivo “teniendo en cuenta cómo ha cambiado el panorama político en muchos ayuntamientos”.
Equipo y dedicación
“Que la mayoría siga confiando en tu proyecto es muy importante”, ha subrayado. Las claves de este “éxito” están, a su juicio, en el equipo humano y en la dedicación al cargo.
“Atiendo a todo el que lo solicite, ya sea mañana, tarde, sábados y domingos; voy a todos los actos que se organizan en la ciudad y me paro por la calle con todo el que me requiere”, asegura.
Trujillo cuenta con casi 10.000 habitantes, y muy pocos son los que no conocen o no han hablado con su alcalde. “Muchas veces no hace falta que vengan a mi despacho, pues si no es un asunto muy delicado les atiendo allá donde me ven” indica.
Aunque también es senador, Casado considera que este segundo cargo “no le ha robado tiempo” para dedicarse a la alcaldía y asegura que “nunca aceptaría un cargo” que no le permitiese centrarse en los trujillanos.
Casero tiene ahora otros cuatro años para consolidar proyectos, como la bajada del desempleo y mejorar las infraestructuras culturales y viarias para la ciudad, todo ello entre charla y charla con sus vecinos para consolidar su propia marca.