La dirección de Acorex escuchará las exigencias de las tres grandes cooperativas y los sindicatos

El tiempo juega en contra de la dirección de Acorex. Con ese implacable enemigo en contra, la dirección del grupo cooperativo inicia este lunes otra semana vital para su supervivencia. Ahora le toca recibir cara a cara a las tres grandes cooperativas (Miajadas, Santa Amalia y Granja de Torrehermosa) que estaban en la puerta de salida del grupo. Si estas tres cooperativas no vuelven a casa, Acorex no recibirá ayudas públicas, no tiene viabilidad en solitario, no tiene futuro.

Por tanto, las tres grandes cooperativas que hasta ahora representaban el 40% de la facturación saben que tienen bazas muy poderosas para negociar con el grupo que se quedó con el poder en la cooperativa apoyados por el poder político de turno, a la sazón PP e IU.

Despacho compartido

En las últimas semanas, las tres grandes han mantenido reuniones para cerrar una estrategia común que podría resumirse en volvemos todos o no vuelve nadie. No en vano, las tres comparten el prestigioso despacho madrileño de Garrigues.

En los últimos días, la dirección de Acorex ya está haciendo gestos hacia los que se fueron. Ya han levantando la querella personal contra el presidente de Miajadas Manuel Rodríguez y ahora anda en la tarea de desbloquear el embargo de Tomix (Tomates de Miajadas) para que se quede definitivamente en manos de la empresa Conesa (una decisión que gustó mucho en la cooperativa de Miajadas pero no tanto en otros sectores de Acorex que no entienden la venta de una joya a la competencia). De momento hay nombrado un interventor judicial de Cáceres para este asunto.

Este lunes, en la reunión prevista en Acorex entre la dirección y las tres cooperativas, habrá más exigencias. Por ejemplo, ¿quién va decidir? ¿quién tendrá la presidencia? ¿Cuántos consejeros unos y otros? Una de las grandes cooperativas quiere la presidencia ejecutiva de Acorex y otra plantea que las grandes tengan seis de los ocho miembros del consejo rector. ¿Un listón muy alto para la actual dirección condenada a hacerse el hara-kiri?

Los trabajadores esperan

Si la reunión de este lunes acaba con fumata blanca, cada una de las grandes cooperativas volverá a casa a hacer sus deberes internos, que también tienen su dificultad, en especial para Miajadas que en plena lucha con la dirección del grupo expulsó de su consejo rector a Juan Tostado Bote, Juan Antonio Avis Tello y Juan González Nieto, tres consejeros que se opusieron a la ruptura con Acorex.

Y por otro lado está el problema de los trabajadores. La pasada semana, el comité de empresa con apoyo de UGT, CCOO y varios partidos políticos salieron a la calle para frenar los despidos.

El pasado viernes, el comité de empresa se reunió con la candidata a la prsidencia de la Junta en als filas de ciudadanos, Victoria Domínguez. La dirigente de estas formación ha pedido un “ejercicio de responsabilidad a Monago, a Cristina Teniente, a la Junta de Extremadura y al Propio Consejo Gestor para que salven a Acorex”; y el acuerdo permita “reflotar la entidad y que las tres cooperativas importantes que se marcharon vuelvan, porque es factible”, afirma Domínguez.

Para este martes, o incluso este mismo lunes si la reunión Acorex-cooperativas acaba pronto, los sindicatos se van a ver las caras con el presidente de Acorex Manuel Ortega y el director general Barral para conocer cómo ha ido la reunión y para reiterar que no aceptarán despedidos, ni 81 como les decían hace unos días, ni 120 como rumorea ahora la dirección tratando de añadir a los 40 trabajadores de Acosierra, como si hubieran olvidado meterlos en una primera tanda del ERE. A los sindicatos les parece poco serio este ir y venir de cifras y tienen claro que si a muy corto plazo no hay soluciones, saldrán nuevamente a la calle a pregonar que con dinero público no se van a despedir a trabajadores.

Ah, entretanto, la vida sigue igual de insostenible en Acorex. Actividad, nula; entrega de productos de las cooperativas en el grupo, pocas y con muchos recelos; pagos a proveedores, ninguno.