Díaz Flores pertenece al consejo regulador de la denominación de origen Cereza del Jerte, una calificación protegida inscrita en los registros europeos desde hace diez años, 2007.
Con motivo jornadas atrás del Día de las Cooperativas, colaboración productiva de la que son un ejemplo las cereceras del Jerte, habla de la dimensión europea y de la importancia de la misma para esta industria del valle cacereño
-¿Qué quiere decir Europa para usted?
-Para la cereza protegida con denominación de origen supone el 50% de las exportaciones de cereza y el 75-80% de la picota, esa mayoría de nuestra producción viaja a Europa.
No entenderíamos un mundo globalizado, desde el punto de vista de nuestro producto, una España, sin estar dentro de Europa tal y como funciona hoy el mundo.
Los mejores clientes de exportación son Reino Unido -a ver cómo influye el Brexit, que estamos a la expectativa, aunque este año no debería afectar mucho- y estamos haciendo campañas de promociones también en Italia, Alemania y Dinamarca, aunque nuestra cereza viaja por toda Europa.
- ¿Qué le gusta de Europa y en qué debería mejorar??
-Con respecto a lo que teníamos hace 20 años hemos mejorado, la moneda única nos ha hecho el camino más fácil, y las aperturas comerciales son buenas pero queda mucho por hacer para que los ciudadanos seamos cien por cien europeos. Hay distintos estadíos, no todos los ciudadanos dentro de la Unión somos iguales; la procedencia es importante, dependiendo del peso de cada país en la Unión, no es lo mismo un alemán o francés que otros como pueden ser los de la Europa del Este, ya que los primeros tienen más poder de influencia y decisión. Ves a un turista alemán, y lo tratas como turista, pero si viene alguien del Este lo tratas no como un inmigrante pero casi, casi
- ¿Desde su punto de vista, qué cree que significa la UE para España?
-Ha supuesto una apertura casi total a todos los productos, los agroalimentarios lo han notado, hemos llegado a otros países de Europa y de ahí hemos podido dar el salto a otros continentes. El nivel de precios alcanzado ha sido muy importante, tanto para la cereza que exportamos como para el mercado en general; el vender 6,5 millones de kilos de cereza fuera de España repercute en la que se vende aquí, si todo se quedara en el territorio nacional el precio habría sido bastante más bajo.
- ¿Nos puede contar una experiencia personal que a modo de testimonio sea ejemplo de esta dimensión europea.
-Lo de tranquilidad en recibir asistencia sanitaria que se comenta por ejemplo no es tanto, algún compañero de viaje por Europa ha tenido que ir por un percance al hospital, recuerdo un cortador de jamón que le dieron puntos pero o pagaba o no se los daban; luego lo arreglas con papeles el cobro pero de momento lo tienes que pagar, algo que en España no sucede, primero curas y luego hablaremos. Y la seguridad no es igual que en todos los sitios, Berlín por ejemplo sí es segura, pero en Turín que estuve el año pasado, a ciertas horas había que tener cuidado.