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Crónica teatral

'El Brujo', ese sabio cómico que imparte cátedra de vida y de destinos

Mérida —

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De haber sustituido las caveas por sillas y pupitres, el teatro romano de Mérida hubiera sido esta noche un aula excepcional para aprender filosofía y entender el destino en los textos griegos clásicos, pues el público -los alumnos- han tenido la suerte de tener como profesor a un sabio cómico: don Rafael Álvarez 'El Brujo'.

A ese viejo dicho de que 'la letra con sangre entra', el actor y dramaturgo ha optado por sustituir la savia humana, muy común en las tragedias de Sófocles y Eurípides, entre otros muchos, por el humor; una forma más ligera, agradable y refrescante para entender a Medea, Antígona, Edipo, Sileno, Dionisio o Jasón, también entre otros muchos.

'Iconos o la exploración del destino', obra que dirige, interpreta y adapta ‘El Brujo’ en el Festival de Teatro de Mérida, es una clase magistral para entender a los clásicos y, muy especialmente, el concepto del destino.

La obra, que esta noche se ha estrenado en Mérida, es la tercera parte de una trilogía formada por 'Esquilo, nacimiento y muerte de la tragedia', en la que abordó el aspecto sagrado de la tragedia, y 'Los dioses y Dios', con laque el actor introducía al espectador en la relación entre los dioses y los hombres.

Una perspectiva, que también es un análisis y una lección, que el veterano actor recorre en clave de humor y con la que viaja hasta la India para explicar el concepto del karma.

Por un lado, los héroes de la tragedia frente al destino, “el héroe lucha contra las circunstancias que le vienen impuestas por un destino inexorable que manejan los dioses” y, por otra parte, el dinamismo del destino que representa el karma.

Con un lenguaje contemporáneo y plagado de píldoras de la actualidad política y social, Rafael Álvarez ha explicado sin pizarra alguna, pero con la virtud de su memoria prodigiosa, los entresijos del destino en varias obras clásicas.

Sin recreo y sin la posibilidad de tomar apuntes, el alumnado ha aprendido que el vellocino de oro tenía una poder extraordinario, “como la mayoría absoluta” en un parlamento; que los dioses y el destino te la pueden liar por cualquier cosa, “como a Nacho Cano”, y que por aquellos tiempo el machismo estaba muy presente, “como el cenutrio de Jasón”.

Además, ha introducido, al objeto de que el alumnado entendiera mejor a los personajes de las tragedias griegas, a Javier Milei, Emiliano García-Page, Isabel Díaz Ayuso e Irene Montero, nuevamente entre otros muchos.

“El destino es la voz de nuestro eco”, ha afirmado 'El Brujo' para abordar también el concepto del tiempo, “un monstruo que todo lo devora”.

Por si fuera poco, 'El Brujo' incluye en su obra experiencias autobiográficas, como su accidente de tráfico camino del monasterio de Silos, para allanar el camino del destino del espectador durante los cien minutos que tiene la representación.

Destino, tiempo y vida, tres temas defendidos en su clase ante un público entregado y al que el actor ha invitado a aprender tanto de lo bueno como de lo malo. 

Ese equilibrio entre la luz y la sombra es la vida... si pasamos por aquí sin enterarnos de esto, es una vida casi vivida, pero no sabida“, expone a modo de cátedra.

La clase magistral ha terminado con ese famoso estribillo 'de que la vida es un carnaval', de Celia Cruz. Sea carnaval o no, sea teatro o aula, destino o camino, la obra es obra porque 'El Brujo' es un sabio cómico y un 'viejo' que abre mentes.