La residencia de artistas de Alburquerque: una creación experimental con las leyendas rurales

Las residencias de artistas no son algo nuevo. Hace ya un siglo que eran lugar de encuentro y reflexión para aquellos intelectuales y creadores que se iniciaban en el mundillo.

Si algo diferencia a la residencia de artistas de Alburquerque del resto es su carácter rural. Porque los alumnos beben leyendas e historias latentes en la mente de los vecinos, y con ellas tienen la tarea de componer una obra de teatro y danza experimental. Hecha en el pueblo y para el propio pueblo.

Los jóvenes artistas ya trabajan en las microresiencias que ha montado en la localidad la Asociación Juvenil Sambrona. Una tarea en la que los y las estudiantes mantienen contacto directo con los vecinos. Algo que también le hace especial.

El punto de inspiración es toda la riqueza oral y las leyendas que transmiten. Relatos que en buena medida no forman parte de la historia oficial de la villa, y que serán puestos en escena en el castillo, dentro del festival medieval.

Son tres jóvenes estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura, a quienes se invita 15 días a reflexionar. Buscar nuevos referentes de lenguaje, con un vocabulario que no encuentran en la escuela, explica José Manuel Tienza, uno de los impulsores.

Alejados de las disciplinas clásicas y de los códigos cotidianos que manejan, la magia se crea cuando todo el pueblo es responsable del producto final, como fuente de inspiración e hilo conductor.

Reflexión y crítica en la Extremadura rural

En este caso se extrapolan manifestaciones artísticas experimentales hasta la Extremadura rural, cuando normalmente esto es cosa del imaginario urbano. Siendo además un proceso colectivo donde Alburquerque tiene mucho que decir.

Un proyecto que invita a la autorreflexión crítica y analítica del arte, “superando la mera opinión convencional y consiguiendo que se extraiga información relevante, a veces oculta, para la correcta interpretación del mensaje artístico”, destacan sus organizadores.

Agenda de actividades

Ya han comenzado los talleres con los vecinos del pueblo, que colaboran en todo lo que pueden con entusiasmo, se dejan llevar dentro del contexto del propio festival medieval en el que será representada la obra de teatro, siendo un proceso estimulante, comenta José Manuel Tienza desde la organización.

El programa de actividades incluye rutas artísticas en la que los guías, encarnando a un personaje real histórico de la localidad, proporcionará información a los asistentes y les indica cómo interactuar con las distintas escenas. También danza contemporánea, de la mano de una coreografía creada para los participantes mostrará, a través de la expresión corporal, varias leyendas que iniciarán el viaje que llevará al público a construir su propia versión de los mitos relacionados con el Castillo.

Todo acompañado de fotografía, pintura y microteatro, donde se incluirá improvisación y creación colectiva de los asistentes con la culminación del desarrollo de las historias planteadas.