Parece que el desplome de la economía regional ha tocado fondo en la destrucción de empleo, pero de ahí a asegurar que la crisis ha terminado hay un trecho muy largo y poco muy poco realista. Ese es uno de los argumentos centrales del extenso informe (“Situación de la Economía Extremeña, Mercado de Trabajo y Presupuestos Generales de Extremadura 2015” que acaba de hacer público el sindicato CCOO.
A lo largo de medio centenar de páginas, el informe analiza el desarrollo de la economía regional desde los dorados tiempos de 2007 hasta la negritud de las cifras actuales.
En 2007, se indica, había en nuestra región 61.900 personas en paro; a finales de 2014, la cifra rondaba las 140.000. Pero si esas cifras absolutas expresan claramente el impacto brutal de la crisis sobre los trabajadores extremeños, un análisis más pormenorizado refleja datos más preocupantes aún. Por ejemplo, al inicio de la crisis apenas 10.900 parados llevaban más de dos años en el desempleo; ahora, esa cifra se ha multiplicado por seis (62.000). Otro dato inquietante, es el aumento incesante que personas que se llevan meses y años sin trabajo y van perdiendo toda prestación social; ese porcentaje ha subido en 16 puntos durante la larga crisis. “La combinación del aumento del paro de larga duración junto a la disminución de la protección social colocan a miles de extremeños y extremeñas en una situación personal y familiar dificilísima, sin que el Gobierno regional, mucho más preocupado por maquillar las estadísticas, actúe para atender a este gravísimo problema”, explica el informe.
Asalariados por cuenta ajena
Como es lógico, las consecuencias de la crisis no afectan a todos por igual; esta crisis se ha cebado especialmente con los trabajadores asalariados. En los últimos 3 años, el 85% del empleo destruido en Extremadura ha caído sobre este colectivo.
Otro indicador de que la crisis está afectando más duramente a los trabajadores asalariados es la significativa reducción de las rentas de los trabajadores en el PIB regional, fruto del paro y la devaluación salarial de los últimos años. Por el contrario, suben los excedentes empresariales.
En un informe tan demoledor, las pocas notas para el optimismo proceden de la constatación de que en la destrucción de empleo ya se tocado fondo. Y otra conclusión, harán falta medidas políticas y tiempo para restañar tantas heridas: “La crisis está lejos de resolverse en la región y que sus consecuencias más negativas, el aumento intenso del desempleo y pobreza, van a seguir durante muchos años mientras no haya políticas de estímulo y de protección social”, se puede leer.
De cara al futuro a corto y medio plazo, CCOO teme que no habrá soluciones mágicas y advierte de los riesgos barajar ilusiones con base poco fiable. “El repaso a los indicadores económicos advierte recuperaciones parciales en algunos aspectos de la economía extremeña que se deberían abordar con mucha cautela y siendo conscientes de que la recuperación tiene pies de barro y no viene acompañada de muestras claras de que se recobren muchos de los puestos de trabajo que se han destruido en los últimos siete años.
Presupuestos figurados
El estudio se muestra muy crítico con el triunfalismo que pregona el Gobierno regional, al que acusan de vender realidades imaginarias solo para tener réditos electorales.
El estudio de CCOO de Extremadura también analiza con profundidad las cuentas de la Junta de Extremadura, criticando que el Gobierno de Monago sigue sobreestimando los ingresos públicos de sus presupuestos y que se han inflado algunos capítulos como la enajenación de inversiones.
“Extremadura fue la comunidad, junto con Valencia, que el pasado año registró un mayor error en la previsión de ingresos, quedándose a más de diez puntos de sus pretensiones presupuestarias. Que fuera con Valencia una de las comunidades con mayor déficit o la frivolidad con la que se trata el asunto de la deuda histórica, muestran la falta de rigor en la elaboración de los Presupuestos por parte del Ejecutivo de Monago”, lamenta el sindicato..