España y Portugal se han aliado para investigar cómo poder almacenar la electricidad que producen las nuevas fuentes de energía renovable y que se desperdician, y con fondos europeos disponen de 74 millones para un centro del que este jueves se mostró la maqueta.
Los procesos de almacenamiento de las energías limpias, uno de los grandes retos del desarrollo de las renovables y de la llamada economía verde, será pieza clave del trabajo de ese Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (Ciiae), con sede en Cáceres, en el que trabajarían hasta 130 investigadores.
A día de hoy, “España es capaz de producir más energía limpia de la que es capaz de consumir, y el reto es almacenarla para que no se pierda”, ha afirmado la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, minutos antes de presentar en la capital cacereña la maqueta del edificio definitivo.
Acompañada por el consejero extremeño de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España, Morant, en declaraciones a la prensa, ha afirmado que el Centro es un centro de investigación de vanguardia “que cierra el círculo de las energías limpias y renovables, y del hidrógeno”.
Impulsado por los Gobiernos de España y Portugal, así como por el Ejecutivo extremeño, este centro concentrará los estudios de todas las tecnologías de vanguardia dirigidas a almacenar las energías limpias.
Ya hay 22 personas
Con una inversión de 74 millones de euros, de los que el Ministerio de Ciencia e Innovación aporta 58 millones gracias a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y 16 millones de euros que aporta la Junta de Extremadura, las obras del Ciiae comenzarán este verano y concluirán en 2024 las referidas al primero de los tres edificios.
De hecho, este centro contará con un edificio de investigación de 7.100 metros cuadrados, una planta piloto de 4.000 metros cuadrados y una incubadora de empresas tecnológicas de 1.100 metros cuadrados.
Mientras tanto, ya se utiliza como sede provisional la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura (UEx), donde hay operativos diversos laboratorios dirigidos a la caracterización de materiales, almacenamiento, modelización y regulación e hidrógeno.
En esta escuela universitaria, y a tal fin, ya trabajan 22 investigadores, “se está en el proceso de contratar a 70 más” y se estima que antes de que finalice 2023 haya 130 investigadores.
El edificio principal alojará a estos investigadores y al personal administrativo, y ofrecerá departamentos, laboratorios de investigación, despachos, aularios y unidades de servicios científico-técnicos de apoyo a la investigación y a las empresas.
El edificio de la planta piloto contará con infraestructura científica y técnica que garantice flexibilidad y adaptabilidad a proyectos de escalado en energía renovable y su integración con las distintas tecnologías de almacenamiento energético desarrolladas por el centro o por terceros.
Por último, la incubadora tecnológica estará constituida por laboratorios de investigación independientes, almacenes técnicos, oficinas nidos, salas de reuniones y zona de administración y gerencia, para empresas del sector de las energías renovables.
A juicio de Morant, el reto es conseguir una energía más limpia, más barata y que cuide más el planeta, pero también el desafío de lograr mayor autonomía estratégica; de ahí que “investigar en formas de almacenamiento de energía es fundamental”.
“El Gobierno de España tiene decidido que el futuro pasa por las energías limpias y renovables, que son más baratas y que permiten que seamos menos dependientes del exterior”, ha dicho la ministra, quien ha incidido en la importancia de tener “una mayor autonomía estratégica en materia de energía”.
“Se acabó eso de negar la crisis climática, se acabó el tiempo de los recortes en ciencias y el tiempo del bloqueo al sol”, ha dicho la ministra durante la presentación de la maqueta.
Por su parte, el consejero extremeño ha remarcado que el Ciiae permitirá ensayar las investigaciones que surjan en el centro, que procedan de otros países o de iniciativas privadas en las plantas piloto de las mismas instalaciones del propio centro.
De hecho, ya se han formalizado cinco acuerdos marco con empresas, una de ellas vinculada al hidróxido de lito y al hidrógeno, y con una empresa eléctrica nacional, si bien más de 200 empresas ya tienen el proyecto para su posible interés.
El Centro combinará la investigación básica apoyada por el Sector Público, el desarrollo tecnológico impulsado por la colaboración público-privada y la innovación de la industria dentro y fuera de Extremadura.