Monedas locales para fomentar el comercio de proximidad y una economía alternativa

Existe más de un centenar de monedas locales a lo largo del país a las que les mueve el mismo objetivo: fomentar una economía más social.

Quienes las utilizan sustituyen en sus compras diarias el euro por la moneda alternativa. Sólo funciona en sus territorios y se convierte en el modo de pago en los comercios locales que se adhieren.

Cada caso es diferente, de modo que puede ser un billete o una moneda física, como en el caso de la extremeña ‘Varamedí’. En otros se trata de libretas en las que se apuntan intercambios comerciales.

Las monedas locales son un modo de compra venta que a puesta por un modelo económico más sostenible. Fomentan las compras en las tiendas de proximidad.

La generación de la riqueza y una economía local es solo la punta del iceberg de iniciativas horizontales que animan a vecinos y vecinas a gestionar sus propias relaciones económicas. Bajo la idea del bien común.

Congreso internacional en Extremadura

Proyectos de monedas alternativas de toda Europa se reunieron este fin de semana en Zafra con el objetivo de poner en común ideas y seguir avanzando juntas.

Una veintena de ponentes de reconocido prestigio tomaron la palabra en las mesas redondas dentro del octavo encuentro estatal, y el primero que se celebra a nivel europeo.

En esta ocasión ha hecho de anfitriona el ‘Varamedí’, que lleva más de un año usando esta moneda como modo de pago en más de medio centenar de comercios y establecimientos de la localidad extremeña.

Es una divisa que sólo funciona dentro de Zafra, que está respaldada por el euro y que permite el intercambio dentro del municipio. Sirve para comprar y pagar productos y servicios con una equivalencia de 1 Varamedí por 1 euro.

Restaurantes, bares, papelerías y pescaderías, así como peluquerías y tiendas de regalo, son algunos de los comercios que permiten el pago con la divisa alternativa.

Mientras más masa monetaria mueve más riqueza se queda y se genera en el municipio, explica Luis Blanco, presidente del Movimiento Páramo, que promueve la iniciativa.

Un modelo de desarrollo rural

En estos momentos hay alrededor de 25.000 euros en circulación en la localidad pacense a través del ‘Varamedí’. Los estudios apuntan a que la riqueza que genera la moneda local se multiplica por cuatro, de modo que está generando un valor añadido de 100.000 euros.

La iniciativa cuenta con la financiación de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (Aexcid). Es la tercera tercera moneda apoyada por una administración pública que dio la luz.

Tiene la peculiaridad de que es la primera que acuña dinero en metálico, además de incorporar en los billetes la lectura en braille, siendo así una divisa inclusiva.

Crear ciudadanía

El Movimiento Páramo, que ejecuta el proyecto del 'Varamedí', subraya que es una apuesta por la ‘relocaización’ de la economía y el fomento de las compras en las tiendas y locales que crean identidad de pueblo.

Es una iniciativa en la que además los vecinos y vecinas aprenden a gestionar sus propias relaciones económicas. A nivel económico la ciudadanía está acostumbrada a que todas las cosas les vengan desde arriba, desde el Fondo Monetario Internacional, el Banco Europeo y otros entes abstractos. “Las monedas locales vienen a decirte que no, que puedes hacer cosas, puedes cambiar la forma de hacer economía”.

Las monedas locales

Poco a poco las administraciones van respaldando estos proyectos, que se adaptan a la realidad de cada lugar. Con el objetivo de que sigan creciendo el congreso ha invitado a técnicos municipales.

La biomoneda Mola (en Navarra); la Rec en Barcelona; o el Villawatt, moneda diseñada para la transición energética; constituyen algunas de las experiencias que se han analizado en el VIII Encuentro Estatal y I Encuentro Europeo de Monedas locales, sociales y complementarias.

El director de la Agencia Extremeña de Cooperación, Ángel Calle, subraya que este encuentro permite ejemplificar modelos de economía de carácter humano. “Al mismo tiempo se fomentan nociones de consumo responsable y una mayor confianza entre vendedor y comprador para crear una identidad y motivo de pertenencia a una localidad”.