Este miércoles 50 estudiantes de doctorado de la Universidad de Extremadura (UEX), coordinados por la Agrupación Extremeña de Jóvenes Profesionales de la Investigación (InvestigaEx) y la Asociación de Doctorandos de la Universidad de Extremadura (ADUEX), han presentado una queja al rector de la Universidad de Extremadura debido a las irregularidades salariales que afirman sufrir con sus contratos predoctorales.
El 15 de marzo de 2019, explican, se aprobó el Estatuto del Personal Investigador Predoctoral en Formación (EPIPF), real decreto y por tanto ley superior que regula los derechos y deberes de los contratados predoctorales. Los contratados por la UEX ya tuvieron que movilizarse en 2020 para que la Universidad actualizase sus salarios de acuerdo con la ley, “pero la pesadilla continúa y están cansados de tener que estar luchando por sus derechos continuamente”, dicen en un comunicado.
La cuestión por la que ahora aúnan fuerzas se debe al incumplimiento, por parte de la Universidad, del artículo 7 del EPIPF, que establece un salario mínimo de acuerdo al Grupo 1 del personal laboral de la AGE o grupo M3 en el IV Convenio Colectivo Único (56 % durante el primer y segundo año de contrato, 60 % durante el tercero, y el 75 % en el cuarto año como contratado predoctoral).
Las tablas salariales de referencia se actualizan cada año y deben llevar aparejadas las subidas correspondientes de los salarios mínimos de los predoctorales. La Universidad, no obstante, “hace oídos sordos a dicho aumento y mantiene salarios que pasan a estar por debajo del mínimo, incurriendo así en una ilegalidad”.
Los datos de las reclamaciones indican que la deuda acumulada por la UEx desde el 1 de enero de 2020 asciende a los 35.000€. “Sin embargo, a pesar del número de reclamaciones, se estima que más de 100 investigadores predoctorales están o han estado afectados por esta irregularidad”.
En los últimos meses las asociaciones InvestigaEx y ADUEX han estado en contacto con el personal de móminas y retribuciones de la UEx, así como con el vicerrector de Investigación, obteniendo negativas debido a la escasez de dinero que afronta la Universidad.
Por ello, “no nos ha quedado otro recurso que formalizar una queja en la que piden la actualización de sus salarios de manera continuada y el pago de los atrasos que les corresponden. Los afectados estamos dispuestos a llegar hasta donde haga falta y tomaremos las medidas necesarias para ello”.