Emerita Lúdica, o sentirse plenamente romano en la Mérida del siglo XXI

Redacción

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Sentirse gladiador, legionario, matrona, esclavo o sacerdotisa es posible este fin de semana en Mérida, una ciudad que convive día a día con su pasado romano, pero que con la celebración de Emerita Lúdica vuelve a ser de nuevo la Colonia Iulia Augusta Emerita, fundada en el año 25 a. C. por orden de Augusto.

Este festival de recreación histórica, con el que Mérida da la bienvenida al solsticio de verano, cumple este año su décima edición con un programa que quiere dar protagonismo a la mujer romana.

Aunque Emerita Lúdica arrancó el pasado lunes con distintas conferencias y talleres, la fiesta como tal se inauguró el viernes por la noche en el Templo de Diana, tras el tradicional desfile de las legiones X y V, que recuerdan que Mérida se creó hace más de 2.000 años como retiro dorado de los soldados que habían luchado en las guerras cántabras.

Previamente, por la mañana, unos 400 niños de distintos colegios de la ciudad, vestidos como sus antepasados más antiguos, participaron en la ceremonia del nominatio, por el que cada uno recibió su nombre romano.

La recreación de la castra o campamento militar en el área de la Alcazaba convive en la fiesta con otras representaciones mucho más cotidianas de la vida de hace 2.000 años, como los ritos religiosos, las danzas o la forma en la que se concebía el universo amoroso.

Se trata de percibir Roma con los cinco sentidos en una fiesta en la que nada se deja al azar y todo pasa por cuidar el rigor histórico, según su director artístico, Eduardo Acedo, Dudu.

Por ello, desde la decoración y ambientación de los espacios, hasta los trajes se confeccionan bajo el asesoramiento de historiadores y arqueólogos del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, entidad que colabora con el Ayuntamiento en la organización de la fiesta, junto al Museo Nacional de Arte Romano, la Dirección General de Turismo y la Diputación de Badajoz.

La idea es muy clara, según Acedo, no se trata de disfrazarse sino de vestirse de romano, tal y como ellos lo hacían en el siglo I a. C, con la mayor fiabilidad histórica, por lo que los especialistas asesoran incluso en peinados y maquillaje.

11 asociaciones y ciudades romanas

Emerita Lúdica tampoco sería posible sin la participación de las 11 asociaciones recreacionistas de Mérida y de otras ciudades romanas que participan en el festival y que dan vida en espacios monumentales a distintas escenas, como el funus o funeral romano, la venta de esclavos, la recreación de una escuela o el ceremonial en torno al recién nacido en Roma.

Para la celebración de esta vuelta al pasado, se instalan en la ciudad dos mercados romanos, una de ellos en el entorno del Templo de Diana, núcleo neurálgico de la fiesta, que acoge, además de numerosas representaciones en su escenario, talleres de mosaico y cerámica o de cocina romana.

El plato fuerte de la programación tenía lugar esta tarde-noche cuando los emeritenses romanos del siglo XXI podían acudir a la lucha de gladiadores en el Anfiteatro Romano o a la ópera “Yo, Claudio” en la arena del Teatro Romano, en la que actuaban 16 cantantes encabezados por el actor inglés William Walace.

Para la conservadora del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR), Pilar Caldera, Mérida es un centro de interpretación excepcional y único de la cultura romana.

Caldera ha señalado que el MNAR da este año más protagonismo en la fiesta a la mujer, “a través de su presencia en la religión dionisiaca con las danzas y a través del análisis de la figura de Agripina, la madre de Nerón”, una recreación que se desarrollará esta noche en el museo para poner de manifiesto la “tremenda modernidad” que tiene esta mujer, “que no era precisamente un ángel, pero tampoco un demonio y que ha sido muy maltratada por la historiografía tradicional”.

A su juicio, en la actualidad los estudios sobre la mujer en la investigación de Roma y el mundo antiguo “están alcanzando el valor y la extensión que se merecían desde hace décadas”.

En esa misma línea, distintas asociaciones recrean en esta edición la vida de mujeres como Claudia Sepronia en la Emerita Augusta de hace 2.000 años o de Cornelia Nothis, para conocer como era la realidad de las actrices en la capital de la Lusitania.

Además, como es habitual todos los años, Emerita Lúdica acoge la celebración de la Ruta de la Tapa Romana Sentia Amarantis, a la que se suman los bares y restaurantes de la capital extremeña, o el concurso a la mejor decoración romana por parte de los establecimientos hoteleros.