Las consideraciones generales sobre el Tratado entre Estados Unidos y la Unión Europea de Comercio e Inversión (TTIP), ya han sido expresadas por parte de partidos políticos y organizaciones sociales y sindicales. Es muy necesario añadir a estos posicionamientos los análisis finos, los estudios de impacto, en definitiva profundizar en los entresijos. No se puede dejar pasar la letra pequeña del acuerdo, de un acuerdo que tiene muchísima letra pequeña porque tiene miles de páginas.
Por eso me ha parecido muy oportuna la Jornada realizada por CCOO en la que se ha abordado el impacto desde el punto de vista agroalimentario de nuestra región con la participación de partidos políticos y sectores productivos más relevantes.
Se puso de manifiesto que las expectativas para cada sector (cerdo ibérico, ovino, tabaco, fruta, cereal, hortaliza, vino y olivar) son muy distintas. Así se expresaron previsiones que fueron desde mayor riesgo como en el caso del cereal a sectores como el tabaco en que se contempla un escenario similar o estimaciones positivas en el caso del tomate.
También se desgranaron la gran cantidad de variables que intervienen como la exportabilidad (que es menor en los productos muy perecederos), aranceles, precios, equilibrios o desequilibrios en la relación de producción y consumo de ambas partes, puntos de partida en las condiciones de producción y un largo etcétera.
En mi opinión algunas de las aportaciones más interesantes fueron:
La necesidad de reivindicar los intereses de los distintos sectores para evitar efectos indeseados. En algunos casos se deben especificar limitaciones en la aplicación del tratado para evitar fuertes impactos negativos.
Anticipar actuaciones para aprovechar las oportunidades o para neutralizar los riesgos.
Defender las Denominaciones de Origen y otras opciones de protección a productos agroalimentarios que chocan con la resistencia de Estados Unidos que no comparte este modelo.
La necesidad de asegurar la compatibilidad de la Política Agraria Común europea (PAC), y de otras ayudas comunitarias (aspectos esenciales para nuestra comunidad que es receptora de fondos en mayor medida por el fuerte componente agrario y por ser comunidad objetivo uno).
Por último es un paso adelante para abrir debates, para exigir más transparencia. Un tratado de tal trascendencia requiere luz, taquigrafía y procesos de decisión democráticos.