Eugenio Amaya: “El teatro no ha sido contundente contra la corrupción”

El director y autor teatral Eugenio Amaya ha tenido el acierto de convertir la corrupción urbanística española en materia teatral que apasiona. Como director, Eugenio Amaya, un chileno instalado en Badajoz desde hace décadas, posee una larga trayectoria ligada a la compañía Aran Dramática, que cuenta entre sus montajes con títulos como ‘Un hecho aislado’ (1994), ‘Vacaciones en la especial’ (1995), ‘Electra’ (1997), ‘Medea’ (1998), ‘Los cañones’ (2003), ‘Tejas verdes’ (2005) o ‘En casa en el zoo’ (2009).

Su último trabajo de dirección se ha visto este pasado mes de agosto en el Festival de Teatro de Mérida. Se trata de un ‘Coriolano’, de Shakespeare, protagonizado por Elías González, María Luisa Borruel y Quino Díez, en versión de Fermín Cabal.

“Creo que el teatro no se ha pronunciado con la suficiente contundencia sobre el tema de la corrupción”, opina el dramaturgo, para quien las grabaciones realizadas por orden judicial a los investigados por corrupción durante la época de la burbuja inmobiliaria “son de una teatralidad acojonante”.

Como dramaturgo, el texto más conocido de Amaya data de 2008 y se titula ‘Anomia’, una obra descarnadaque posaba su mirada en la utilización del urbanismo municipal como forma de financiación ilegal de los partidos y de enriquecimiento de los políticos. La producción de esta obra por parte del Centro Dramático Nacional puso a Aran Dramática en boca de quienes gustan de un teatro que se involucre a fondo en la sociedad que nos rodea.

‘Anomia’ tuvo la pasada primavera una secuela inesperada en ‘Demolition’, un texto radiofónico que la prestigiosa cadena británica pública BBC puso en antena en abril dentro de un ciclo dedicado a nuevos autores españoles, que fue difundido por su canal cultural.

Dilema moral

‘Demolition’ abunda en el profundo dilema moral planteado por la corrupción urbanística que, en este caso, afecta a uno de esos británicos instalados en la costa mediterránea de nuestro país en busca de una vida tranquila y feliz.

Thomas es un inglés que, a raíz de una modificación del planeamiento de la costa, se ve forzado a derribar la casa familiar que construyó un día con su esposa, ya fallecida.

“Hay muchos extranjeros instalados en nuestro país a los que un día les cambiaron las reglas del juego y se convirtieron en ilegales en un mundo de políticos que han hecho y deshecho con las recalificaciones urbanísticas durante los tiempos de la burbuja inmobiliaria –explica Amaya- . Hay todo un movimiento en internet en defensa de estos ciudadanos que se sienten injustamente tratados por las autoridades españolas”.

Teatralogía

Amaya reconoce que el tema de la corrupción le atrae y que, antes de que la BBC le tentase con el proyecto de ‘Demolition’, ya tenía pensado escribir más sobre ese asunto. De hecho, tenía ya terminado un texto sobre los que fueron afectados por las malas prácticas de la banca durante estos años de la burbuja y hasta había diseñado una comedia sobre las repercusiones de este fenómeno en el ámbito familiar.

Y también ha hecho la adaptación de un texto del profesor José Penalva sobre la endogamia universitaria.

La oferta del formato radiofónico para ‘Demolition’ fue un estímulo adicional.Eugenio Amaya, que vivió en su juventud durante ocho años en EEUU, escribió la obra en inglés, algo no habitual en él, para lo que contó con la ayuda del productor y director, Nicholas Jackson y todo el equipo de producción, que le acompañaron a lo largo del proceso creativo.

Poner el dedo directamente en la llaga de la corrupción no ha incidido en forma alguna en los apoyos oficiales que tanto en Madrid como Extremadura ha tenido la obra, aunque el autor ha observado algunas reticencias a la hora de que fuese elegida por los programadores, quizá por las susceptibilidades que levantaba la raigambre municipal de la trama.

También levantó el texto alguna prevención en los defensores del superficial concepto de ‘Marca España’ que nuestro país parece defender en este momento. Pero, como dice Amaya, “¿qué mejor expresión podría haber de la ‘Marca España’ que la autocrítica que hacen los anglosajones a través de su cine, el teatro o la BBC? Ellos asumen de una manera despiadada, incisiva y sin ningún tipo de tapujos su propia realidad. Son un ejemplo a seguir”.

Escenario cerrado

Sobre ‘Coriolano’, que ha ofrecido una buena versión de este inclasificable personaje shakespiriano, la obra ha sido ya adaptada a escenarios cerrados para iniciar su gira en la ciudad salmantina de Ciudad Rodrigo.

Eugenio Amaya recuerda que es la obra “más política” de Shakespeare y que guarda resonancias con la España actual respecto al abuso de los privilegiados económica y políticamente frente a la plebe.

Fermín Cabal, autor de la versión, introdujo en ella un personaje que viene en Dionisio de Halicarnaso, que es Claudio Apio, el prestamista, lo que contribuye a situar la obra aún más en su contexto y la hace más directa sin necesidad de acudir a alusiones a la actualidad.

Desde siempre, el teatro tuvo personajes para señalar la corrupción.