El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado este lunes una resolución de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural por la que declara monte protector al “Castañar de Hoyos”, en el término municipal de Hoyos (Cáceres) con una superficie total de 89,44 hectáreas y 56 propietarios.
Hace cuatro años, en mayo de 2020, la Asociación de Propietarios para el Desarrollo del Castañar de Hoyos presentó la solicitud para la declaración de monte protector incluyendo parcelas pertenecientes a 56 titulares particulares.
A raíz del gran incendio de la Sierra de Gata en 2015, Junta de Extremadura y Universidad empezaron a buscar fórmulas para salvaguardar los montes de esos siniestros, y la investigación concluyó que se necesitaban cambiar tipos de árboles y monocultivos de los mismos (pino, eucalipto) para pasar a bosques mixtos socialmente más productivos, más resistentes al fuego, y con un mantenimiento y limpieza que los hiciera social y económicamente rentables y atractivos para las poblaciones locales. Era el Proyecto Mosaico.
Desde entonces se han declarado varios montes protectores como es también el caso de la `Sierra de los Ángeles-La Debra¿, situado en el término municipal de Santibáñez el Alto (Cáceres).
La declaración permitirá a los propietarios de la asociación de Hoyos tener acceso a la firma de un contrato de gestión forestal regulado en el artículo 288 de la Ley Agraria de Extremadura y por el cual la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural se haría responsable de la gestión de esta superficie con especial atención a la prevención contra los incendios y a la mejora de las masas para incrementar su productividad.
Además, la condición de monte protector supone ventajas en la concesión de subvenciones y otros beneficios fiscales, por tratarse de montes ordenados.
Con esta gestión se persigue lograr la máxima estabilidad de la masa forestal, evitando la fragmentación ecológica de los montes y aplicando métodos silvícolas para controlar la erosión, el peligro de incendio, daños por nieve, vendavales, inundaciones y riadas u otros riesgos para la protección del monte.
Los montes protectores deben ser gestionados de forma sostenible, convergiendo los aspectos ambientales con las actividades económicas, sociales, deportivas y culturales, con la finalidad de conservar el medio natural y, al mismo tiempo, generar empleo y colaborar al aumento de la calidad de vida y al asentamiento de la población en el territorio, especialmente en el mundo rural.
En el caso de Hoyos solo una de los 57 propietarios, titular de casi una hectárea, ha decidido quedarse fuera de la declaración.