El miércoles ha arrancado en Extremadura como el peor día de esta ola de calor, algo no obstante que había sido predicho por la agencia estatal de meteorología, Aemet.
Por ejemplo en Plasencia y en Mérida a lo largo de la noche no se ha alcanzado una temperatura por debajo de 25 grados que es la que permitiría dormir sin ayuda de aparatos de ventilación o refrigeración del aire, y en general en la mayoría de la Comunidad esa temperatura de inicio del confort, 24 para abajo, no se ha producido hasta las cinco de la mañana.
La noche arrancaba profética: 36,2 grados (temperatura que se ha mantenido como máxima del día en toda España hasta las once de la mañana) a la medianoche en Herrera del Duque, Badajoz, en el este de Extremadura, pero es que los casi 39.000 vecinos de Plasencia, cuarta ciudad de la región, no estaban mucho mejor y sufrían aún 36 grados.
Tampoco se las prometían bien los casi 60.000 habitantes de Mérida, con 35,2 a la medianoche.
En Badajoz estaban a 32,4 y en Cáceres a 30,5.
El transcurso de la madrugada confirmó que de momento iba a ser la peor noche de esta ola de calor que empezó el domingo y se mantendrá hasta el jueves-viernes aunque esos dos días últimos más atenuada.
Las horas pasaban y el calor ha sido de por sí incompatible con un buen descanso, y bien lo saben los placentinos donde no han conseguido bajar de forma natural de los 29 grados, que se han registrado a las ocho de la mañana, y a partir de ahí a subir.
En Mérida tampoco se ha llegado a unas horas mínimas de alivio pues no han bajado de 25,9.
Tampoco han llegado al menos a 24 nocturno en Cáceres, que se ha quedado en 25,9, y más suerte han tenido los vecinos de Badajoz, en el oeste de la región que es por donde siempre entra el fresco, que han “disfrutado” de 21,9 grados a las ocho de la mañana.
Mientras tanto en Herrera del Duque, la más tórrida a la medianoche, han bajado hasta 24,2
Mérida y Badajoz marcaron este martes las temperaturas más altas de la región con 43,5 y 43 grados.
Está próxima noche de miércoles al jueves tiene un pronóstico similar a lo que ha ocurrido en la pasada.