El Ayuntamiento de Plasencia (Cáceres) ha enviado a la Dirección General de Salud Pública un informe policial sobre la fiesta celebrada en una discoteca de la localidad que ha generado un brote de la COVID-19 que suma, a día de hoy, 30 positivos y 66 contactos.
Según ha informado el alcalde, Fernando Pizarro, el documento ha sido elaborado por el intendente de la Policía Local, Enrique Cenalmor, quien ha detallado los “múltiples” incumplimientos de las normas de prevención que se produjeron en el local Déjá Vu durante una fiesta privada el pasado 27 de junio.
En declaraciones a los periodistas, el primer edil ha explicado que los agentes han visionando y remitido a Salud Pública distintas fotografías y vídeos relacionados con los incumplimientos de la medidas de prevención en este establecimiento “para que determine si la discoteca debe ser objeto o no de una sanción y su cuantía”.
Pizarro ha destacado que, según el informe policial, parece que la discoteca solo cumplió las normas vigentes con el aforo, “porque a la fiesta asistieron 40 personas, pero no guardaron la distancia de seguridad, no llevaron puesta la mascarilla, estuvieron de pie, bailando por la pista y por todo el local, cantando abrazados”.
Tras la declaración del brote, los propietarios de la discoteca emitieron un comunicado “de cierre temporal responsable” a través de sus redes sociales.
Los dueños aseguraron que “la fiesta estuvo desde el minuto uno controlada, con grupos de cuatro personas por cada mesa, control de temperatura a la entrada y mascarillas puestas”.
No obstante, reconocieron que “en la última hora, cuando se puso el cumpleaños feliz a los realizadores de dicho evento, todos los invitados, eufóricos por felicitarles, se descontrolaron”.
En este sentido, aseguraron que “después de este acto, la seguridad de la discoteca puso orden en la sala e incluso llegó a echar a algunos invitados”.