El Ayuntamiento de Badajoz ha aprobado en la sesión plenaria de este lunes una moción de urgencia presentada por Unidas Podemos para condenar las amenazas sufridas por algunos políticos, con el voto a favor del PP y del PSOE, mientras que dos de los cuatros ediles de Ciudadanos y el concejal no adscrito -ex edil de Vox-, Antonio Vélez, lo han hecho en contra.
La iniciativa se refiere a las cartas con balas remitidas al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska; a la directora de la Guardia Civil, María Gámez; y al candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, así como la misiva con una navaja dirigida a la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
El portavoz de Cs, Ignacio Gragera, y su compañero de partido Carlos Urueña, además del concejal no adscrito, han votado en contra porque la portavoz de Unidas Podemos, Erika Cadenas, no ha querido añadir a la moción que se condenase también cualquier otro acto de violencia o amenaza sobre dirigentes políticos.
Como por ejemplo el lanzamiento de objetos a responsables de Vox en un mitin en el barrio madrileño de Vallecas, al entender Cadenas que el texto se refiere a unos hechos concretos.
Posteriormente, la edil socialista Silvia González ha lamentado en las redes sociales que Vélez haya votado levantando la mano “con el saludo fascista” y, “aunque después lo ha negado en el mismo pleno, las sesiones se graban...”, ha recalcado la concejal del PSOE.
Gragera, que necesita el voto del concejal de extrema derecha para convertirse en alcalde de la ciudad en próximo mes, ha aclarado en sus redes sociales su condena “a toda la violencia que estamos viviendo en la campaña de Madrid” y la calificado como “infame lo vivido en el pleno”. También ha asegurado sentirse “asqueado de quienes solo ven violencia en el bando ajeno. La violencia es violencia. Basta ya de justificar a quienes se sirven de ella”.