Desde el próximo curso los centros escolares de Extremadura podrán reducir la jornada lectiva, siempre que se active una alerta por ola de calor.
Antes de confirmar la reducción horaria los centros deberán contar con el informe de los correspondientes consejos escolares. Esta medida que no repercutirá en los servicios complementarios, como el transporte o el comedor escolar, que mantendrán su horario.
Podrá aplicarse durante todo el curso, no solo los meses de junio y septiembre. De modo que la reducción entraría en vigor siempre que se dieran unas condiciones climatológicas adversas por altas temperaturas. Con independencia del mes.
La Mesa Sectorial de Educación aprobó este viernes la modificación del calendario escolar para el curso 2017-2018. Incluye las medidas extraordinarias frente al calor tras las altas temperaturas que soportaron los alumnos unos días antes de que terminara el pasado curso.
Serán los direcciones o titulares de los centros educativos de Infantil, Primaria, Secundaria y Educación Especial quienes, previo informe favorable del consejo escolar, podrán acordar estas medidas extraordinarias. Se deja en manos de ellos por tanto el tiempo de reducción de la jornada.
Padres y tutores tienen la potestad de mantener a sus hijos en clase por incompatibilidad laboral o familiar. El secretario general de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz, matiza que cada centro tomará su propia decisión porque las condiciones climatológicas que se puedan dar “no son las mismas en Hervás que en Monesterio”.
No repercutirá en el transporte y el comedor
Esta medida no repercutirá en los servicios complementarios, como el transporte o el comedor escolar.
El transporte escolar no cambiaría su horario y los alumnos que lo utilicen estarían atendidos por los profesores, que “no reducen su horario de trabajo”.
¿Se instalarán aires?
El secretario de Educación ha dicho que la instalación de aires acondicionados no está encima de la mesa de la Administración, porque “no se hace de la noche a la mañana y, además, los pediatras no están muy a favor”.
Ha aseverado que en los nuevos centros que se construyan si está previsto que se incorporen medidas “que no sean las meramente mecánicas” y que disminuyan las altas temperaturas, como “zonas verdes”.
Reclamaciones de PIDE
El sindicato PIDE planteó en la mesa la reducción de dos horas de la jornada con carácter general. “Pero la mayoría ha hecho aportaciones a la propia propuesta de la Consejería”, ha señalado el secretario general de Educación.
La organización sindical plantea que los centros escolares no están acondicionados, y en los meses de junio y septiembre siempre hay temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, “agravándose el intenso bochorno estival por la elevada ratio por aula y por los equipos informáticos de los alumnos y el docente”.
Alfredo Aranda, portavoz del sindicato, ha transmitido a este diario que la sensación térmica siempre es mayor en las aulas, de modo que “cuando llega el calor las clases siempre se encuentran alerta”, y el desarrollo normal no está garantizado.
Advierte también que la normativa laboral marca que la temperatura en un espacio de trabajo debe estar entre los 17 y 27 grados, de modo que la Junta estaría incumpliendo --dice-- su propia legislación. A lo que se suma que los padres, ante un golpe de calor, pueden denunciar a la administración por un delito de salud pública.