La candidata del PP de Extremadura, María Guardiola, tiene la “esperanza” de que Vox “recapacite” y le ofrezca su apoyo para convertirse en presidenta de la Junta, aunque insiste en gobernar en solitario y en minoría.
En una entrevista publicada en Abc, Guardiola mantiene que no planteará un Gobierno de coalición con participación de la extrema derecha para retomar las negociaciones, aunque precisamente ese rechazo ha sido uno de los principales obstáculos que han acabado por volar los puentes entre PP y Vox en esa comunidad. “No puedo dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes o despliegan una lona para tirar a una papelera la bandera LGTBI”, defendió el martes tras la constitución de la Asamblea de Extremadura, donde, contra todo pronóstico, la izquierda se hizo con cuatro de los seis puestos de la mesa y el partido ultra se quedó fuera.
La presidenta del PP extremeño asegura en esa entrevista que en su partido caben todas las sensibilidades, excepto los de Vox “y por eso están en otro sitio”, aunque al mismo tiempo apoya los acuerdos de Gobierno del PP con la extrema derecha en Castilla y León y en la Comunitat Valenciana. No obstante, aunque el partido de Santiago Abascal vote a favor de su investidura, seguirá necesitando el apoyo de esos diputados a lo largo de la legislatura , pero asegura que sabe “perfectamente” dónde están los límites“.
Guardiola defiende el acuerdo programático que le ofreció a Vox el lunes, donde se comprometió a derogar la Ley de Memoria Histórica de Extremadura y la incorporación del veto parental en las aulas, porque asegura que no fue un cheque en blanco, sino una “hoja de ruta” que tenía la intención de cumplir.
Pero desvela que las negociaciones con Vox en Extremadura no han sido fáciles porque es un partido “que lo único que ha querido es apretar, y apretar y apretar, porque parece que tenían la necesidad de poner la cabeza de la presidenta de una región en una bandeja para mostrarla a nivel nacional”. Y también hace referencia a la falta de libertad que han tenido los responsables regionales de Vox en esas conversaciones: “Ha venido su líder nacional a decir aquí lo que tenían o no tenían que hacer”, afirma sobre la visita del martes a Mérida de Jorge Buxadé, a quien calificó como “capataz del señor feudal”.
Ante esta fractura en el bloque de derechas, Extremadura podría encaminarse a una repetición electoral, aunque el candidato del PSOE, Guillermo Fernández Vara, ha anunciado su voluntad de presentarse a la investidura, a pesar de que, a su juicio, “no tiene ganas de seguir siendo presidente, pero tendrá que hacer de tripas corazón o tendrán que agilizar los procesos internos para que haya un candidato que al menos muestre esas ganas de trabajar y luchar”.
Sobre la posibilidad de que se repitan las elecciones autonómicas, que se celebrarían en otoño, la candidata del PP insiste en que ha hecho “todo lo posible” por llegar a un acuerdo con Vox, por lo que no teme una pérdida de votos.