El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado el Plan General de Cooperación Internacional 2024-2028, en el que han colaborado más de 70 entidades, como parte “indispensable” de la acción exterior de la región y reflejo del compromiso del Gobierno autonómico con el “desarrollo sostenible y la justicia social” a nivel global, según las palabras de la portavoz del Ejecutivo, Victoria Bazaga, que ha eludido pronunciarse sobre la postura de Vox, socio de gobierno del PP.
El partido de extrema derecha ha señalado reiteradamente a la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (Aexcid) y ha pedido su cierre como parte de los compromisos del pacto que aupó a María Guardiola a la Presidencia. La última vez fue el pasado marzo cuando el portavoz de Vox en la Asamblea, Óscar Fernández, ante la unión del PP y el PSOE en una moción a favor de la cooperación internacional, advirtió a su socio que si están en el Gobierno de la Junta es gracias al apoyo de los cinco diputados ultras. “No se puede soplar y sorber al mismo tiempo” y “Cuando uno hace experimentos con gasesosa se puede atragantar” fueron las lapidarias frases que dedicó.
A pesar de ello, la Junta ha aprobado este nuevo plan que promete ser “más transparente” y contará con “herramientas de control de seguimiento, algo que hasta ahora no existía”, ha subrayado la portavoz. La inversión será de 10,9 millones de euros del actual presupuesto, 10,3 euros por habitante.
Bazaga ha indicado que este plan apuesta por un nuevo modelo de cooperación basado en el desarrollo de proyectos “muy innovadores” que después “se aplicarán en la región y también se exportarán a los países de destino”. Se fomentarán las sinergias entre los actores implicados y se apoyará el emprendimiento por parte de la población local.
“Por ejemplo, Extremadura tiene una capacidad tecnológica en el campo de la agricultura y el desarrollo rural que puede y debe ser aplicada en países terceros y así contribuir al mayor rendimiento de los cultivos”, ha precisado.
Para la portavoz de la Junta, se abre “un nuevo tiempo para la cooperación extremeña”, en el que se va a potenciar la innovación y el emprendimiento como herramientas de desarrollo social, económico y laboral, para lo que se pretende “la implicación de la sociedad y la participación de agentes que hasta ahora habían quedado fuera”.
Con el desarrollo de este plan se persigue “un mayor impacto en las poblaciones a las que se dirige” y “un mayor retorno de la cooperación internacional en Extremadura en forma de mayores oportunidades para nuestros jóvenes, nuestras empresas y nuestra economía social”. “En un momento en el que el mapa global enfrenta grandes desafíos, la cooperación extremeña tiene el compromiso de contribuir activamente con un futuro más justo, más equitativo y sostenible”, ha incidido Bazaga.
Mediante sus acciones se apoyará de manera efectiva a las poblaciones más vulnerables, como son “las víctimas de conflicto, de pobreza o del cambio climático”, razón por la que “no se establecen países prioritarios y sí áreas geográficas que van a permitir desarrollar proyectos en los países tradicionales de la cooperación extremeña y en otros nuevos”.
Los objetivos del plan pasan por fortalecer la gobernanza, la participación ciudadana y las capacidades de los agentes de cooperación en cuatro ámbitos estratégicos: el modelo de desarrollo, las desigualdades, las migraciones y la innovación, y el conocimiento y desarrollo de talento.