María Guardiola está convencida de que el PP gobernará Extremadura por segunda vez desde la llegada de la democracia y que será la primera mujer en estar al frente de la Junta. Dos hitos nada despreciables si se tiene en cuenta que hace 10 meses era una desconocida en la política regional. En este tiempo ha logrado darse a conocer y también dirigir un partido que, en cuanto a caras y tras varias polémicas, muy poco tiene que ver con el que heredó de José Antonio Monago.
Guardiola ha intentado arañar votos al PSOE, posiblemente también a Ciudadanos, con un perfil centrista y moderado, que le ha valido sonados enfrentamientos con Vox, a quien descarta incluir en su Gobierno aunque el PP, como pronostican las encuestas, no sea la lista más votada y necesite el apoyo de la extrema derecha. Para convencerlos, una política fiscal con rebajas y eliminación de impuestos. En contra, su reconocimiento de la violencia machista y su defensa de los derechos LGTBI y del aborto.
Algunas encuestas la sitúan muy cerca de ser la primera presidenta de la Junta de Extremadura pero con la ayuda de Vox, ya sea dentro o fuera del Gobierno. Después de la experiencia, por ejemplo, en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid donde han bloqueado los presupuestos del PP, ¿cree que sería posible la estabilidad?
La estabilidad vendrá de la mano de los extremeños cuando expresen su confianza emitiendo votos. Creo que lo que pasará en Extremadura se va a parecer mucho más a lo del pasado junio en Andalucía que a lo de Madrid. El domingo hablará Extremadura y tengo la esperanza de que lo haga con rotundidad. He dejado claro que mi aspiración es gobernar en solitario, creo que Extremadura necesita un cambio, pero un cambio centrado y sereno, y ese cambio es el que ofrece el Partido Popular. No soy como Vara que antes de empezar la campaña ya había cerrado un pacto con Podemos, y ese planteamiento demuestra muy poca confianza y deja los intereses de los extremeños en manos de una fórmula que hemos visto que ha resultado muy nociva a nivel nacional. Lo que nos ofrecen Vara y Podemos es lo contrario a la estabilidad.
Usted plantea rebajas de impuestos. ¿Beneficiará su política fiscal a todos los extremeños por igual, teniendo en cuenta que las rebajas generalizadas benefician más a los que más ingresan?
Se trata de ayudar a quien más lo necesita y de usar la política fiscal para devolver los esfuerzos que están haciendo las familias. Vamos a hacer una revisión fiscal global de la que se beneficiarán todos los extremeños, y especialmente aquellos que tienen más complicado llegar a fin de mes. Para ello aprobaremos una ley de medidas fiscales que recoja la revisión de todos los tipos del IRPF, entre otras medidas. Lo que más nos preocupa son las rentas medias y bajas, especialmente los dos primeros tramos del IRPF. Extremadura es una de las regiones con los sueldos más bajos, pero tiene el segundo tramo más alto de España en el impuesto de la Renta, junto con Aragón. Por eso, bajaremos los dos primeros tramos al 8 y al 10 por ciento, respectivamente.
Además, reduciremos el impuesto de Transmisiones Patrimoniales en 2 puntos, hasta dejarlo en el seis por ciento; y en aquellos municipios que sufran especialmente el problema de la despoblación lo dejaremos en un 3 por ciento.
Por otro lado, eliminaremos el impuesto de Sucesiones y Donaciones en los grupos 1 y 2 y bonificaremos el 100% de las inversiones en proyectos declarados de especial interés para nuestra región. En resumen, son medidas encaminadas a que Extremadura sea un lugar donde las familias quieran residir, y que también sea atractiva para la inversión y la iniciativa empresarial.
Es la cuadratura del círculo, ¿ es posible mantener los servicios públicos sin recortes cuando los contribuyentes pagan menos impuestos? El PP pone de ejemplo a Andalucía porque ha aumentado la recaudación pero lo ha hecho en todas las comunidades.
Que Vara no haya sabido hacerlo no significa que no se pueda. Hemos visto cómo sus políticas de impuestos altos nos han dejado unos servicios públicos nefastos, donde las infraestructuras se caen, hay quirófanos inundados, techos que se desmoronan, colegios de otro siglo y un sinfín de despropósitos. Vara lleva demasiados años con un diagnóstico equivocado, alejado de la realidad. El PP es un firme defensor de lo público y, además, ha demostrado que se puede gestionar mejor con menos presión fiscal. En Extremadura lo que hace falta es cambiar las inercias. Claro que es posible mantener unos servicios públicos a la altura de las necesidades de los extremeños y pagando menos impuestos. Voy a más, en los próximos cuatro años bajando impuestos mejoraremos los servicios públicos, porque, entre otras cosas, aumentará la recaudación, habrá más contribuyentes y se activará más la economía. Tenemos un enorme potencial que ha sido desaprovechado por ocho años de un modelo anticuado, empeñado en meter la mano en el bolsillo a familias y empresas.
La violencia machista y es un hecho y hay que combatirla desde la unidad
Hace un año se dijo de usted que era la Ayuso extremeña, pero hasta ahora ha cultivado un perfil más moderado. ¿Le incomoda que en el PP no haya personas que, como usted, denuncien la violencia machista o defienda el derecho al aborto o los del colectivo LGTBI?
La violencia machista es un hecho y hay que combatirla desde la unidad. En el PP lo tenemos muy claro y trabajamos para acabar con esa lacra. Precisamente, fue un gobierno del PP el que impulsó un Pacto contra la Violencia de Género. Sobre los derechos del colectivo LGTBI he partido siempre de una base: los políticos no estamos para fiscalizar la vida de las personas, jamás me atrevería a juzgar la forma de sentir o de amar de nadie. Y en cuanto al aborto, el Tribunal Constitucional ha dictado su sentencia hace poco. Es un debate cerrado e insisto en que ni una sola extremeña se me ha acercado durante la campaña para hablarme sobre este asunto. Sobre la igualdad: no es bandera exclusiva de ninguna formación y hacen mal los que quieren patrimonializarla y cobijarla sobre sus siglas. A la igualdad se llega a través del compromiso real, de la educación y el respeto, de las acciones de gobierno, y no desde los discursos, las etiquetas y los enfrentamientos.
Ha contado con el presidente Monago en su candidatura, pero está fuera de la campaña. ¿Por qué?
Hay muchas formas de hacer campaña. José Antonio tiene también responsabilidades a nivel nacional en nuestro partido. Es indudable que tiene cosas que aportar. Mi proyecto para Extremadura es transversal: cabe la experiencia y la renovación. He hecho una lista con un 80% de renovación, hay muchas caras nuevas y nuevos perfiles, pero también he querido contar con una visión experimentada. La política no son nombres, son proyectos, y por encima de todo está Extremadura.
En Badajoz presenta a Ignacio Gragera, que hace cuatro años era el candidato de Ciudadanos y criticaba la gestión del PP, y se ha convertido en el primer alcalde tránsfuga. ¿Es el precio para ganar las elecciones en la mayor ciudad de Extremadura?
Yo me he propuesto ensanchar nuestro partido en Extremadura. Ignacio Gragera ha demostrado que sabe gestionar y que pone Badajoz por encima de todo. Y eso es lo que buscamos: sentido común, responsabilidad y resultados. Los pacenses están satisfechos con la labor del alcalde y lo van a refrendar. Ignacio es un político cercano y resolutivo. Es también el ejemplo de que con un carácter conciliador se logra aunar sentimientos y responder a las necesidades de los vecinos.
¿Confía en recuperar Cáceres con Rafael Mateos?
Sí, sin ninguna duda. Rafa ha hecho un trabajo excepcional y se ha convertido en la única alternativa a un PSOE que no ha sabido conectar con los cacereños ni atender sus demandas. Hace tiempo que vengo diciendo que cuando miro a Rafa veo a un compañero y a un amigo, pero también veo a un alcalde. Tiene determinación y un proyecto para Cáceres: coser la ciudad, cuidar de los barrios y que los vecinos sientan que la administración más cercana siempre está ahí, cuidando de sus servicios y mimando la ciudad.
El alcalde de Malpartida de Cáceres abandonó el PP tras ser condenado por violencia de género y ahora presenta una candidatura independiente con cargos que pertenecen al PP, y uno de ellos va en su lista a la Asamblea. ¿Por qué no han presentado su partido una lista municipal en esta localidad?
Malpartida es un municipio que funciona, es un pueblo próspero y entendimos que lo mejor es que siguiera funcionando el Gobierno que lo ha hecho prosperar y ahora darle la palabra a los vecinos. El 28 de mayo serán quienes decidan si la agrupación independiente que se presenta merece la confianza.