La electrificación del tramo Plasencia-Cáceres de la línea de alta velocidad de Extremadura ha encarado su fase final con la realización, en la pasada noche, de las pruebas de fiabilidad de todos los subsistemas eléctricos instalados.
Estas pruebas se han realizado mediante el uso de un tren comercial, similar a los que podrán ser utilizados por el operador ferroviario tras la entrada en servicio de las nuevas instalaciones, para comprobar el funcionamiento de todos los componentes de la tracción eléctrica y, además, verificar los tiempos de viaje.
Una vez finalizadas, se programarán las mismas pruebas entre Cáceres y Badajoz para completar el chequeo a todo el tendido eléctrico de la línea Plasencia-Badajoz, según ha informado en una nota la entidad pública.
Las pruebas de fiabilidad suponen el último paso de un proceso de verificación que se inició el pasado mes de febrero, con la realización de las pruebas de auscultación geométrica de la catenaria y continuó con las pruebas de auscultación dinámica, mediante el uso del tren laboratorio BT de Adif.
También se incluye en este proceso la puesta en tensión de las instalaciones de los distintos tramos, entre mayo y septiembre, que permitió testar las subestaciones de tracción que alimentan a la línea. Una vez concluidas las pruebas, Adif AV remitirá la documentación generada a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) para que valore y autorice la puesta en explotación del nuevo sistema de tracción eléctrica.
La entidad pública ha destacado que la entrada en servicio de la electrificación “supondrá una mejora en la calidad y fiabilidad de la circulación en la línea, reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera y, con ello, la huella de carbono del transporte ferroviario en la línea Plasencia-Badajoz”.