La central nuclear más antigua de España, cerrada por sus dueños desde finales de 2012, podría ser el pretexto que daría vía libre a las otras centrales que sí están en funcionamiento, y que quieren ampliar ahora su funcionamiento más allá de los 40 años, periodo para el que fueron diseñados. La primera de las centrales en pasar el examen y solicitar la ampliación de los permisos, Almaraz.
Esta es la tesis del Foro Ibérico Antinuclear, que piensa que Garoña no será reabierta, sino que es la ‘trampa’ para que no cierren las que siguen en funcionamiento.
A su juicio Garoña no volverá a andar porque necesita hacer inversiones que superan los 200 millones para ponerse de nuevo en marcha, como transmite fuentes del sector. Se incluyen obras de seguridad de envergadura, que van desde los trenes eléctricos hasta el filtrado, ya hasta el momento la empresa propietaria, Nuclenor no las ha hecho.
Almaraz quiere ampliar su permiso
De momento, y tras el dictamen favorable del Consejo de Seguridad Nuclear a Garoña, la central de Almaraz confirmó este jueves en los próximos meses presentará la solicitud de autorización para seguir funcionando otros 20 años más, una vez que los dos reactores hayan cumplido 40 de actividad.
Tiene de plazo hasta el 8 de junio de este año para entregar la documentación preceptiva, tal como marcan los plazos establecidos. “Está preparada para operar más allá de los 40 años”, han afirmado fuentes de la central en declaraciones a Efe. Apuntan a que han invertido más de 600 millones de euros invertidos en los últimos años en materia de seguridad, modificaciones y actualizaciones tecnológicas.
La Junta, a la espera
Fuentes de la Junta de Extremadura prefieren no hacer declaraciones públicas por el momento porque la central no ha hecho una solicitud de ampliación formal. La empresa propietaria ha mostrado su deseo de que Almaraz siga funcionado en declaración a varios medios de comunicación.
Semanas atrás el Gobierno de Extremadura sí que emitió un informe desfavorable semanas atrás a la instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATI) al entender que no es necesario. Apuntaba el Ejecurtivo regional que las piscinas de los dos reactores tienen capacidad suficiente para almacenar los elementos “prácticamente hasta la fecha en que se alcancen los 40 años de actividad”.
Finalmente, y tras la Declaración de Impacto Ambiental favorable del Gobierno central, el ATI se construirá. Ecologistas en Acción coincide con la Junta en que el almacén de residuos nucleares no es necesario. A lo que añaden que ha sido un pretexto más para ampliar la vida de la central en el horizonte de 2021 y 2023.
Los ecologistas apuntan que es obvio que una central nuclear como la de Cáceres, “que tiene unos beneficios diarios de un millón de euros netos”, quiera continuar con la actividad. Eso sí, denuncia que el Gobierno “se está plegando así a los intereses de unas empresas privadas todopoderosas (...) y pasando por encima de la inquietud del Parlamento portugués que se ha dirigido al Gobierno en numerosas ocasiones interesándose por la situación de la central”.
Podemos, en contra
Podemos Extremadura coincide con que el almacén de residuos busca efectivamente la prolongación de vida de la central. La diputada Jara Romero ha mostrado la oposición de su formación Almaraz alargar más allá de 2020, fecha “para la que está programada y concebida”.
Sobre el incidente en la central francesa de Flamanville, “una central con unas características muy similares a las de Almaraz”, según Romero, éste debería concienciar a la población “del peligro que supone alargar la vida útil de la central cacereña”.
Como alternativa a la energía nuclear, la diputada ha recordado que Extremadura cuenta “con la posibilidad de tener un plan de transición energética y apostar por energías renovables y limpias” y con ello “acabar con la vida” de Almaraz.
Este jueves se conoció además que Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha enviado cinco cartas al ministro de Energía, Álvaro Nadal, en las que le propone una nueva redacción de las autorizaciones vigentes de todas las centrales nucleares españolas.
En las cartas solicitan al ministro Nadal, que apruebe cambios en el texto de las autorizaciones de explotación de Almaraz, Ascó I y II, Vandellós II, Cofrentes y Trillo, según publica el diario El Independiente y recoge Efe. El documento señala que el articulado de las licencias permitiría que las futuras renovaciones que puedan aprobarse por el plazo que el Gobierno considere oportuno o incluso sin ningún límite temporal, frente al máximo de 10 años que hasta ahora estaba fijado.