Fue en su colegio de toda la vida, el Trajano de Mérida, donde Daniel Nieto Trinidad pisó un tatami por primera vez, con apenas cuatro años, de la mano de Miguel Martínez Flores, del Judo Stabia, club local al que sigue perteneciendo. A pesar de su corta edad, reconoce que ya soñaba con “ser campeón del mundo” y en ello está este emeritense doble campeón de España categoría Absoluta en 2023 y 2022 -único judoca extremeño en conseguirlo- que ha logrado posicionarse este último año en el puesto 56 del ranking mundial.
A sus 24 años, admite el sacrificio que supone la vida de un deportista de élite: “No solo te pierdes cumpleaños de familiares y amigos”, explica sino que es una vida dedicada al judo porque “hay que entrenar y descansar para competir al mejor nivel posible por lo que hay que renunciar a muchas cosas”. Pero Daniel lo tiene claro. De hecho, ya lo tenía cuando a los 15 años fue seleccionado para formar parte de los becados por la Dirección General de Deportes de la Junta de Extremadura y se trasladó a vivir y a prepararse como deportista de alto rendimiento al Centro de Tecnificación Deportiva de Cáceres, de la mano de Legna Verdecia, campeona olímpica de judo y de Javier Rodríguez, entrenador olímpico.
Allí trabajó, como lo sigue haciendo ahora, con esfuerzo y con un objetivo claro, el de ser campeón. Tres años después, con 18 años recién cumplidos, consiguió ser becado por el Consejo Superior de Deportes y viajó hasta Madrid, al Centro de Alto Rendimiento 'Joaquín Blume', donde, actualmente, reside, estudia el Grado Superior en Dietética y prepara junto con el equipo de judocas de la Federación Española de Judo y DA su carrera deportiva.
Desde allí reconoce la importancia del apoyo de las instituciones y los patrocinadores privados “es fundamental ya que las competiciones me las tengo que costear yo mismo y gracias a la Fundación Jóvenes y Deportes que invierte mucho en los deportistas extremeños, también al Ayuntamiento de Mérida y a otros patrocinadores privados”, subraya. “Sin su apoyo sería imposible, no podría seguir competiendo a alto nivel”. Solo en lo que va de temporada, explica a elDiario.es Extremadura, ha invertido unos 10.000 euros en desplazamientos, alojamientos y preparación, de los que el 40%, aproximadamente, los ha tenido que asumir su familia.
La vida de Daniel, de lunes a sábado, comienza a las ocho y media para afrontar una mañana de entrenamientos, “unos días hacemos físico y otro de judo” hasta la hora de comer. “Después descansamos hasta el entrenamiento de la tarde que suele ser de seis a ocho y media”, detalla, “y para terminar el día estamos un rato con los compañeros, hacemos estudios de los rivales o desconectamos que también es importante”.
Desde principios de año, el judoca emeritense ha participado en siete competiciones -Grand Prix Portugal 2024, Paris Grand Slam 2024, Gran Prix Upper Austria 2024, Antalya Grand Slam 2024, European Judo Championships Seniors Individuals 2024, Dushanbe Grand Slam 2024 y Madrid European Open 2024-. Ahora, Daniel afronta un verano pensando en el próximo mes de septiembre para seguir sumando puntos y escalando en el ranking, de cara al Europeo y al Mundial de 2025.