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DFSK E5, más que un ‘chollo’

El DFSK E5 es un SUV de 4,76 metros y tres filas de asientos muy espaciosas.

Pedro Urteaga

De las muchas marcas de automóviles chinas que han aterrizado en España en tiempos más o menos recientes, DFSK fue sin duda una de las pioneras cuando comenzó a vender en nuestro país vehículos comerciales y camiones de pequeño formato. Ya coincidiendo con la avalancha general procedente del gigante asiático, se ha lanzado también a ofertar turismos y, especialmente, SUV que se caracterizan por unos precios muy asequibles.

Así, del DFSK E5 del que te hablamos hoy se ha publicitado que es el SUV híbrido enchufable y de siete plazas más barato del mercado, disponible por 35.449 euros en un único y muy completo acabado llamado Intelligent. Como pronto veremos, el modelo de los grupos Dongfeng y Seres puede presumir no solo de un precio imbatible, sino también de otras virtudes que pueden convencer a usuarios a los que no les importe el estatus que concede conducir determinada marca de coche.

El E5 DE-i, que es el nombre que observamos en la zaga del vehículo, mide 4,76 metros de largo y presenta una batalla de 2,78 m que le permite albergar tres filas de asientos, todas ellas espaciosas. El maletero dispone de 465 litros de capacidad con cinco plazas desplegadas, 1.432 si se abaten las hileras intermedia y posterior, y 187 litros cuando todos los asientos se hallan ocupados.

El acceso y la salida de pasajeros de la tercera fila de asientos no son sencillos, sobre todo para alguien que no sea joven y ágil, ni están especialmente trabajados. Sin embargo, no los juzgamos peores que los que ofrecen otros vehículos similares que superan por mucho en precio al de DFSK.

El sistema de impulsión está compuesto por un motor de gasolina, de cuatro cilindros, 1,5 litros de cubicaje, 102 CV y ciclo Atkinson, y otro eléctrico de 130 kW que rinden en conjunto 218 CV. La batería, de 17,5 kWh, es de iones de litio de tipo NCM (esto es, equipada con un cátodo formado por níquel, cobalto y manganeso), al que se atribuye una superior densidad energética pero también menor nivel de seguridad (en concreto, mayor inflamabilidad) en caso de accidente.

La batería del E5 puede cargarse a un máximo de 6,6 kW en corriente alterna, potencia con la que pasa del 0 al 100% en unas cuatro horas, y dispone de función V2L para alimentar dispositivos externos de hasta 3,3 kW. La autonomía que hace posible en modo eléctrico es de 64 kilómetros, una cifra que a estas alturas no resulta llamativa sobre el papel y que tiene, no obstante, la cualidad nada habitual de acercarse mucho a la realidad durante la conducción.

Ya sea por el tipo de batería elegido, muy apropiada para un modelo de este tamaño por lo explicado anteriormente, o por el acertado funcionamiento del conjunto del sistema híbrido, lo cierto es que el SUV de DFSK sorprende por lo mucho que da de sí su energía almacenada. Si, en lugar de recurrir a ella en exclusiva -en el modo 100% eléctrico-, usamos el híbrido, nos encontraremos con la grata sorpresa de que el alcance de la batería se extiende a lo largo de muchos kilómetros al tiempo que el consumo del motor térmico se mantiene en cotas mínimas.

Una dinámica gratificante

Seguramente debido a un prejuicio, desde el punto de vista dinámico esperábamos el típico SUV chino blando de suspensiones y con una dirección de esas que no informan de nada, como de mantequilla. Cuál no ha sido nuestra sorpresa al observar que ni una cosa ni la otra: siendo cómoda y -sí- blanda, la suspensión contiene bien los movimientos de la carrocería y la dirección presenta un tacto correcto, mucho mejor que el de muchos competidores.

Otro punto a favor del E5 es el relativo al acabado interior, que no nos atrevemos a calificar de lujoso pero sí de lucido y atractivo, especialmente si se escoge la terminación en color beis disponible (junto con la negra) en el catálogo del coche. Algo parecido cabe decir tanto del ajuste como de la calidad de los materiales, que, sin ser de calidad excepcional, resultan cuando menos vistosos, sobre todo en un vehículo que no llega a los 36.000 euros antes de ayudas.

Los asientos de piel sintética y el plástico de imitación madera que recorre el salpicadero y el interior de puertas son, sin duda, resultones; no peores en todo caso que los que podemos encontrar en modelos por los que hay que pagar al menos 10.000 euros más.

En el extremo opuesto, lo que sobresale para mal en el E5 DE-i es un sistema multimedia que nos ha parecido obsoleto y un tanto caótico, desde luego no adaptado en absoluto a los estándares europeos. Tres ejemplos: las emisoras de radio, por ejemplo, se identifican por su frecuencia de emisión, no por su nombre; para emparejar el teléfono móvil vía Apple CarPlay o Android Auto es necesario acudir a una aplicación, de la que no teníamos noticia, denominada Speedplay; y el equipo de sonido se escucha como si voces y música procedieran de ultratumba.

El coche carece de navegador nativo, lo que sorprende a la vista de un equipamiento muy abundante que incluye elementos como el portón eléctrico, el cargador por inducción para móviles, el techo panorámico de cristal, las llantas de 19 pulgadas y los asientos delanteros con ajuste eléctrico, calefacción y ventilación, entre otros.

Por último, nos parece urgente poner remedio a la dificultad de lectura que presenta la instrumentación, tanto la de la pantalla multimedia como muy especialmente la del ordenador de viaje, muy complicada de ver por el tamaño que se ha escogido para números y letras.

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