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Nissan Qashqai e-Power: la misma eficiencia con un rostro nuevo

Aspecto del Qashqai e-Power en el atractivo acabado N-Design.

Pedro Urteaga

9 de diciembre de 2024 07:30 h

En el tiempo transcurrido desde que probamos la tecnología e-Power embarcada en el Nissan Qashqai (puedes leer aquí el artículo), el pionero de los SUV modernos se ha visto sometido a una puesta al día de cierto calado. El repaso ha incluido un diseño más moderno y hasta atrevido y nuevas soluciones tecnológicas, entre ellas el infoentretenimiento con Google integrado, pero se mantienen como estaban sus motorizaciones Eco, ya sean mild hybrid o la mencionada e-Power, la hibridación sui géneris de Nissan.

En términos de diseño, el frontal del Qashqai alberga un rostro totalmente nuevo cuyo elemento central es una parrilla inspirada, al decir de la marca, en las escamas de las antiguas armaduras japonesas. Estrena también paragolpes y grupos ópticos, que ahora cuentan con unas luces diurnas en posición elevada, al estilo de las del Juke, que son adaptativas y funcionan incluso como intermitentes.

El SUV japonés se ofrece en tres colores exteriores nuevos (Pearl White, Pearl Black y Deep Ocean) y puede llevar llantas de 18, 19 o 20 pulgadas. Por primera vez, la gama deja espacio a un nuevo acabado, N-Design (el que acabamos de probar), al que se distingue por exhibir la parte inferior de la carrocería y los pasos de rueda pintados en el color principal, además de por unas llantas exclusivas de 20 pulgadas.

Más enjundia revisten los cambios introducidos en el interior. El más relevante lo encontramos en un sistema multimedia basado en Google, con Android Automotive, al que se accede acceder a través de una pantalla central más grande, de 12,3 pulgadas. Esta se complementa con una instrumentación, también de 12,3 pulgadas, que recibe gráficos actualizados y un nuevo modo de visualización y con un head-up display frente a los ojos del conductor.

Además de afinar el funcionamiento de las ayudas a la conducción, Nissan hace debutar en el Qashqai un Around View Monitor de nueva generación, provisto de función 3D, que al engranar la marcha atrás combina la vista de cuatro cámaras exteriores para brindar la visión más clara posible del entorno en todas las condiciones de iluminación.

El modelo dispone además de una “vista invisible del capó” que permite observar la posición de las ruedas como si se las mirara desde atrás, así como de una nueva función que memoriza los lugares de estacionamiento para que el coche los reconozca y pueda ejecutar automáticamente las maniobras necesarias.

Como adelantábamos al inicio, la firma japonesa mantiene en catálogo las dos opciones de motor, ambas con etiqueta Eco, que ya ofrecía hasta la fecha. Por un lado tenemos la híbrida ligera de 48 voltios, de 140 o 158 CV, y por otro la e-Power, que desarrolla 190 CV y se ha concebido desde un comienzo como clara alternativa, por consumo, a las antiguas versiones diésel.

Ruido de fondo

La singularidad de esta última tecnología estriba en que hace funcionar conjuntamente un motor eléctrico, encargado en todo momento de impulsar el vehículo, una pequeña batería de 2,1 kWh y un motor de gasolina de 156 CV cuya misión es exclusivamente generar electricidad. Esta última puede transmitirse a través de un inversor al paquete de baterías, al motor eléctrico o a ambos, según el escenario de conducción. 

Nissan se aferra al hecho de que el motor térmico nunca opera como fuente de tracción para defender que el sistema e-Power proporciona una experiencia de conducción semejante a la de un eléctrico. Podemos darle la razón en que la respuesta que obtiene el conductor es instantánea y lineal, y en que a baja velocidad se disfruta en general de la suavidad y el silencio que definen a los coches de baterías.

En el resto de las circunstancias, este Qashqai nos recuerda constantemente que no es un modelo eléctrico -técnicamente se lo considera híbrido; de ahí su distintivo Eco-, y todo es una cuestión de oído... ¿Por qué? Porque el funcionamiento del motor de gasolina que actúa como generador se escucha casi en todo momento y, lo que es peor, cambia de intensidad sin relación aparente -salvo cuando aceleramos a fondo, por ejemplo- con lo que demanda el conductor. Es difícil sentirse al volante de un eléctrico con semejante ruido de fondo que además parece ir a su bola.

Dicho esto, y sin que nos consten mejoras en el sistema de impulsión en sí, el nuevo Qashqai e-Power conserva las cualidades que ya advertimos en la versión que condujimos hace año y medio. El consumo medio se mantiene entre los 5,5 y los 6 litros cada 100 kilómetros, cifras comparables a las que se podían obtener de los diésel equivalentes de antaño, pero con emisiones mucho menos nocivas.

Esta variante híbrida aventaja, además, a las dos mild hybrid presentes en la gama, ya que no solo es más potente sino que presenta mejores prestaciones, consumo y cifra de CO2.

Nada mejor que terminar, por una vez, con una buena noticia referente al precio. Nissan anunció en junio, cuando se presentó la actualización del Qashqai, que lo ponía a la venta con tarifas inferiores a las del modelo anterior, y ahora apreciamos que el coche ha vuelto a abaratarse, lo que supone algo digno de subrayarse en un momento en que lo más frecuente es encontrarse, a cada paso, con lo contrario.

Así, la versión más asequible del vehículo, con hibridación suave y 140 CV, sale actualmente por 27.400 euros, en tanto que la e-Power puede conseguirse desde 36.550 euros, en acabado N-Connecta. El vistoso N-Design de la unidad de pruebas cuesta 40.677 euros, y la gama culmina con un mild hybrid de 158 CV, tracción 4x4 y lujoso acabado Tekna Premium que sube a 44.250 euros.

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