El colectivo Imastanen advierte de nuevos ataques al patrimonio guanche en Arico y Adeje
Tras recibir llamadas de diversos vecinos de los municipios de Arico y Adeje, en el sur de Tenerife, y después de realizar las inspecciones oportunas, el colectivo de arqueología social Imastanen denuncia nuevos daños a grabados guanches rupestres de factura guanche, sobre todo por rayones y grafitis, pero también por una práctica que se ha ido generalizando y popularizando “por algunos aficionados al mundo guanche: cubrir los yacimientos con piedras de gran tamaño, pretendidamente para ocultarlos y así protegerlos, pero, sin embargo, con esta intención aparentemente preventiva se consigue precisamente el efecto contrario, al dañar los propios grabados con las rocas que los ocultan, originando efectos irreversibles”.
En el caso de los grabados de Arico, se trata de una zona atravesada por un sendero “bastante transitado” y, por eso, creen adecuado que, en aras de la protección efectiva de este yacimiento, se incluya en “una ruta de interpretación arqueológica que propiciase su protección y su visibilización con fines pedagógicos”. En este sentido, recuerdan que “medidas similares se han desarrollado en otras islas con gran éxito” para fomentar la divulgación y conocimiento.
Además, alertan de que en esta zona también se desarrollan “prácticas de tiro al plato de forma ilegal, encontrando numerosos restos de platos de plástico, cartuchos y otros desechos de quienes acuden al lugar sin poner cuidado en el valor patrimonial que alberga. Si las instituciones encargadas de velar por la protección del patrimonio indígena -empezando por el ayuntamiento de Arico y acabando por el imperativo legal que atañe al Cabildo y al Gobierno autonómico- cumplieran con lo establecido en la Ley 11/2019 y desarrollasen intervenciones que velaran por la protección, estudio y sana divulgación del legado material indígena canario, este tipo de situaciones podrían evitarse”.
El colectivo se muestra muy preocupado por el nuevo modus operandi de grupos de aficionados a la arqueología que se están dedicando “a tapar yacimientos con piedras y a limpiarlos con brochas, cuando no directamente con la mano o ramas”. Advierten de que la pátina superficial de la piedra en donde aún quedan restos de grabados rupestres guanches se ve afectada por esta acción, especialmente cuando se vierte agua para resaltarlos bajo el sol, provocando cambios de temperatura que generan desprendimientos de fragmentos de la capa pétrea superficial ya erosionada por los elementos naturales y por líquenes, raíces y plantas. Pensando que así estén haciendo un bien, en realidad están causando daños por la ausencia de conocimiento y, sobre todo, como consecuencia de la desidia demostrada por las autoridades responsables de su custodia y protección“.
Según explica, han detectado casos similares en Guía de Isora y Adeje, “por citar solo algunos recientes. Piedras de gran tamaño ocultando yacimientos, que al ser removidas una y otra vez para apreciar los grabados y volver a cubrirlos, generan una acción abrasiva, dañando y deteriorando la superficie que los alberga. En el caso del yacimiento afectado en Arico, además, estos grabados, pese a ser bastante conocidos y precisamente debido a su conocida ubicación y accesibilidad, fueron comunicados por un miembro de este colectivo a los técnicos del área de Patrimonio del Cabildo para su catalogación hace ya un tiempo, confiando en que este paso previo para su reconocimiento y posterior estudio llevase a tomar alguna medida efectiva que propiciara su protección y vigilancia efectivas. Sin embargo, nada de esto ha sucedido aún, como suele ser ya norma en la isla de Tenerife”.
Balance del año
Los miembros de Imastanen lamentan que 2024 “haya sido un año catastrófico en lo referente al legado material indígena en Canarias, especialmente en la isla de Tenerife, en donde los atentados con intenciones destructivas y expoliadoras o estas malas prácticas aducidas de mano de aficionados se suman a la dejadez de la administración local y a la precaria situación que de por sí presentan los yacimientos debido al desprecio que han sufrido históricamente. Todo ello origina que tan preciados testimonios de la historia de Canarias desaparezcan continuamente bajo acciones llevadas de la ignorancia de personas locales y visitantes, pero, sobre todo, a causa del predominio del interés empresarial, que con la complicidad de los diferentes gobiernos locales siguen arrasando con zonas de altísimo valor natural etnográfico y arqueológico”.
El grupo insiste en su llamamiento a los responsables políticos que ocupan cargos en los diferentes ayuntamientos “a que tomen conciencia de una vez sobre el valor del patrimonio guanche, que además podría significar un atractivo añadido a la oferta cultural de cada municipio, por no hablar de la necesidad imperiosa de poner en valor estos elementos que deberían proteger solamente por su preciado significado cultural e identitario, así como por su alto valor científico. Una oportunidad de poner en valor el legado ancestral del pueblo canario que aún se niegan a preservar, priorizando la celebración de todo tipo de fiestas y celebraciones importadas, que consumen cuantiosos recursos. Los mismos que luego dicen no tener cuando se les plantean soluciones reales ante el terrible estado que padece el legado guanche. Una riqueza del pueblo canario que debería ser Patrimonio de la Humanidad”.
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