La central nuclear de Almaraz trabaja en los dos escenarios posibles: el del cese de operación de sus dos unidades (2027-2028) tal como está fijado en el calendario y en el de una posible prórroga de tiempo, la cual debería ser comunicada en el primer trimestre de 2025 para evitar contratiempos de carácter organizativo y de licencias.
De hecho, si el Ministerio y las tres empresas propietarias -Iberdrola, Endesa y Naturgy- comunicaran una posible ampliación de la actividad más allá de dicho trimestre, la planta debería cesar temporalmente su actividad en 2027-2028 para reorganizar su planificación.
Al mismo tiempo, la central nuclear extremeña ha puesto en marcha un Departamento de Transición de Activos para acometer el inicio del proceso de desmantelamiento e iniciará la operatividad de su segundo Almacén Temporal Individualizado (ATI) a partir de 2026 para poder albergar todos los elementos de combustible que actualmente están en las piscinas de refrigeración de las unidades. De todo ello ha hablado este miércoles el director de la central de Almaraz, Rafael Campos, durante una rueda de prensa ofrecida en Navalamoral de la Mata, en la que también ha dado a conocer la actividad de producción de la planta durante el pasado año.
En este marco, una de las claves de bóveda son los impuestos, pues el 75 % de los costes variables de la producción energética nuclear son los tributos y los impuestos. “Esta situación nos hace perder competitividad”, ha afirmado Campos, frente a la renovables. Y esta situación ha quedado reflejada en el mes de marzo cuando las propietarias de la central de Almaraz optaron por apagar durante dos semanas la Unidad I por falta de rentabilidad al coincidir con un periodo de lluvias, viento y descenso de la demanda eléctrica lo que beneficiaba a las renovables.
Si finalmente se mantiene el calendario de cierre, el cese de actividad de Almaraz tendría lugar en noviembre de 2027 para la Unidad I y octubre del siguiente año para la Unidad II. A partir de ese momento se abriría un periodo de tres años para acometer la transferencia de titularidad a ENRESA y abordar aspectos del desmantelamiento, el cual se prolongaría durante los diez años siguientes, aproximadamente.
Por lo que respecta al combustible de las dos unidades, el actual ATI, con veinte contenedores, estará al 100 % de su capacidad en 2025, de ahí que sea necesaria la entrada en funcionamiento del segundo ATI para atender tanto el vaciado del combustible de las dos piscinas en el caso del cese de operación o la continuidad de su actividad más allá de 2028.
17.000 gigavatios-hora de producción bruta en 2023
La central de Almaraz rozó los 17.000 gigavatios-hora (GWh) de producción bruta en 2023, el tercer mejor dato histórico desde el inicio de su operación comercial en 1983, y sus indicadores de fiabilidad y estabilidad de operaciones la sitúan en la categoría más alta de la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO).
Con el dato del pasado año, la planta nuclear cacereña alcanza una producción de energía eléctrica bruta acumulada de 611.000 GWh, lo que la convierte en la instalación de mayor aportación al sistema eléctrico nacional. En concreto, la producción bruta generada por las dos unidades de la central de Almaraz fue de 16.927 GWh en 2023, lo que ha supuesto, a su vez, evitar la emisión de 5,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.