Extremadura espera una primavera cálida tras un invierno con el enero más caluroso de la historia

El invierno ha sido húmedo en Extremadura, gracias a las precipitaciones de enero y febrero, aunque también muy cálido, con el enero más caluroso de la historia, temperaturas superiores a la media que continuarán durante la próxima primavera.

El delegado regional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Marcelino Núñez, ha explicado en una comparecencia que la temperatura media de diciembre a febrero pasados fue de 10,1 grados, muy por encima de los 8,6 grados de media, debido especialmente a enero (con 10,4 grados, frente a los 7,8 grados habituales).

Junto a este enero “extremadamente cálido”, el más caluroso de la historia, también se ha vivido un febrero “muy cálido”, mientras que diciembre se situó en valores normales. Estas temperaturas más altas de lo habitual en invierno tienen “como principal repercusión” su incidencia en los cultivos, pues la floración se adelanta.

A su vez, y “con la lógica prudencia que se debe tener al predecir qué acontecerá más allá de una semana”, las previsiones apuntan a que “la temperatura media durante primavera será más cálida” en relación a lo habitual.

Por su parte, las precipitaciones durante este invierno han alcanzado los 228,2 litros/m2, muy superiores a los 156,3 litros/m2 de media, por lo que la estación ha sido “húmeda”. La comunidad autónoma en su conjunto se ha beneficiado de esta circunstancia, pues “las habituales borrascas” durante el periodo han abarcado toda la región.

Enero, donde las precipitaciones “fueron más del doble en relación a la media” y febrero, mes también con abundantes lluvias, explican estas cifras, pues diciembre sin embargo fue “muy seco”.

Estos datos permiten hablar de un año hidrológico (de octubre a octubre) por encima de lo habitual, pues se han registrado hasta ahora 474 litros/m2, frente a los 318 litros/m2 de media.

Ante todo ello, tanto el invierno como el periodo transcurrido hasta ahora del actual año hidrológico se ubican en la parte media-alta de la tabla que registra las precipitaciones anuales durante las últimas tres décadas, ha destacado.

Además se espera que la precipitación acumulada de la primavera sea superior a los valores habituales, aunque Núñez ha incidido en que “estos datos deben tomarse con la cautela necesaria”. No en vano, el delegado autonómico de Aemet no ha querido vaticinar aún con qué temperaturas se contará en Semana Santa, o si se producirán precipitaciones.