La estrategia de Extremadura de destinar los esfuerzos a controlar los aforos y el cumplimiento de las medidas de seguridad en lugar de cerrar la región se mantendrá durante este Puente de diciembre, pero cambiará durante las fiestas navideñas para “acatar” las recomendaciones del Consejo Interterritorial de Salud.
El consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha explicado que no se puede perimetrar una región de “42.000 kilómetros cuadrados”, con cantidad de “carreteras y caminos rurales” por los que se puede entrar y salir, de modo que la medida tiene más un efecto de “concienciación y sensibilización”, a la vez que ha insistido en el mensaje de que estas “Navidades son diferentes” y lo que “recomiendan es que cada uno se quede en su casa”.
“Nosotros apostamos por controlar a las personas, no a los vehículos”, ha añadido Vergeles, que ha asegurado que esas medidas “nos están dando resultado y por eso vamos a seguir apostando por ellas”.
De hecho, mientras que todas las comunidades autónomas peninsulares se cerrarán este Puente, Extremadura ha encomendado a la Policía y la Guardia Civil un esfuerzo para controlar los aforos en los centros comerciales, en las zonas de ocio, en los locales de restauración y bares.
El consejero también ha informado de que no se ha solicitado el cierre de la frontera con Portugal, pero sí ha pedido una mayor colaboración con las autoridades de las regiones lusas que limitan con la comunidad y que tienen algún tipo de medidas restrictiva para “poder coordinarnos y que los ciudadanos sepan cuándo pueden moverse de un lado a otro de La Raya”.