La familia del montañero barcelonés desaparecido hace casi un mes en la Sierra de Béjar (Salamanca) no pierde “la esperanza de encontrarlo” y agradece a quienes siguen buscándolo cuando lo permiten la nieve y ahora el hielo.
“Por parte de la familia no perdemos la esperanza de encontrarlo y estamos agradecidísimas a todas las personas que han participado y siguen participando en la medida de lo posible a ayudarnos a encontrarle”, ha dicho a Efe Carla, hija del montañista.
José Antonio Martínez, de 45 años, desapareció el 29 de enero tras emprender él solo la ruta al pico Calvitero. Su coche estaba al inicio de ese camino, por lo que la Guardia Civil siempre ha trabajado con la tesis de que nunca salió de la montaña.
El 15 de enero la nieve impidió que siguiera buscándolo el dispositivo ampliado que trató, sin éxito, de localizarlo aprovechando una ventana de buen tiempo de unas dos semanas.
La niebla, el viento, la lluvia, la nieve y ahora el hielo han complicado desde el inicio esta búsqueda.
Cuando se va a cumplir esta semana un mes de la desaparición, la búsqueda está “parada” por la nieve y el hielo, según han explicado a Efe fuentes de la Guardia Civil, cuyos expertos en montaña siguen siguiendo el caso y esperan la próxima oportunidad para volver a subir a buscar.
NO SE SABE CUÁNDO PODRÁN SEGUIR
El Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, que lidera el operativo desde el inicio, es el encargado de valorar si se pueden desplegar efectivos para buscar con seguridad, sin poner en peligro a los equipos.
“Nos comunicaron a la familia que los miembros del GREIM valoran diariamente si se puede salir o no y, por ejemplo, la semana pasada salieron dos días”, ha indicado Carla, quien siguió el desarrollo del operativo a pie de montaña junto a su madre, Mercedes.
Las nevadas ya obligaron el 7 de enero a suspender el rescate, que se reactivó el martes 10 con más recursos y voluntarios de Protección Civil que hasta entonces. La Junta de Castilla y León pidió la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), pero no se llegó a sumar al operativo.
La mujer del montañero desaparecido, Mercedes, y su hija Carla esperan noticias desde hace casi un mes. El último mensaje que tienen suyo fue el audio que les envió el jueves 29 de diciembre a las nueve de la mañana para avisarles de que comenzaba la ruta al pico Calvitero.
José Antonio y Mercedes viven en las Franqueses del Vallès (Barcelona) y habían viajado a Ceclavín (Cáceres), el pueblo de ella, para pasar las vacaciones navideñas. Ese jueves el montañero aprovechó para hacer una ruta que le rondaba hacía dos años en la cabeza.