Aunque la fusión de los municipios extremeños de Don Benito y Villanueva de la Serena ha obtenido un respaldo de sus respectivos vecinos, largo es el camino que aún queda por recorrer para que el proyecto sea una realidad, con un numerosos procesos administrativos y estudios.
De hecho, el procedimiento de creación del nuevo municipio, cuya denominación aún debe ser abordada -ya se conoce que no fusionará sus actuales nombres- se inserta en un horizonte temporal de aproximadamente 5 años a partir de ahora.
Ello supone que la materialización y eficacia plena del proceso se desarrollaría en el primer trimestre de 2027, lo que permitiría que los comicios locales a desarrollar en ese año alumbrarían el primer arco plenario del nuevo municipio.
Se llame como se llame, el nuevo núcleo municipal tendrá una extensión de unos 700 kilómetros cuadrados y una población cercana a los 63.000 vecinas y vecinos, lo que lo situará como tercera localidad extremeña en número de habitantes, sólo por detrás de Badajoz y Cáceres.
Señas de identidad y denominación
Respecto a la caracterización del nuevo municipio y la creación de sus nuevas señas de identidad, se desarrollará un proceso de análisis respecto a los símbolos y signos, en el que se integrarán representantes de las asociaciones más significativas de ambas localidades como continuación del proceso de participación ciudadana.
Con respecto a la capitalidad, el proyecto recoge la pretensión de construir un nuevo núcleo administrativo, que deberá estar finalizado para el momento en el que se haga efectiva la fusión, es decir antes de 2027, y se reservarán los núcleos actuales de ambos municipios para acometer una desconcentración de servicios municipales.
Procedimiento
Cobra máxima importancia el denominado “texto de convenio de fusión”, el cual, tras la aprobación por ambos plenos municipales, “constituye la auténtica clave de bóveda del proceso de unidad identitaria”, como así se define en el proyecto, pues recogerá los instrumentos necesarios para planificar, desarrollar y ejecutar todas las actuaciones administrativas precisas.
Para ello, una Comisión de Trabajo de naturaleza multidisciplinar será la encargada de gestar la letra del citado convenio, cuya previsión es que esté ultimado a finales de 2022 y su aprobación, junto al resto de documentación del expediente, para el primer trimestre del 2023.
A partir de esta fecha será el turno de las comisiones sectoriales que, conformadas por personas especializadas en procesos administrativos, definirán la transformación de las dos estructuras administrativas actuales en una única y, a la vez, hilar todo ello bajo un prisma de modernización del modelo productivo de la nueva ciudad.
El objetivo de todo ello es dar plena seguridad jurídica los instrumentos precisos para que en 2027 el nuevo municipio pueda funcionar con todas las garantías, pero también para que hasta esa fecha las dos localidades mantengan su funcionamiento.
Evaluación y análisis de los servicios públicos
Las citadas comisiones deberán acometer un análisis de todas las formas de gestión vigentes, desde contratos, convenios y concesiones a los servicios públicos, “de modo que todos ellos vayan convergiendo hacía la unidad de la prestación”.
Así, se prevé una primera propuesta para el primer trimestre de 2023 y su implementación a lo largo el periodo transitorio hasta la efectividad de la fusión.
A ello se unirá una evaluación de todos los bienes de ambos municipios y su posterior adscripción a los servicios públicos a prestar, que deberá estar concluida a finales de 2022, y una propuesta de restructuración para generar la nueva distribución de los bienes de dominio público para la nueva entidad municipal.
Durante el periodo transitorio, hasta el año 2027, se generarían todas aquellas operaciones relacionadas con los bienes y activos de dominio público con el fin de elaborar un inventario de bienes para la nueva entidad municipal
Política fiscal
De cara a la armonización de la política fiscal, antes del tercer trimestre de 2022 estará listo, según las previsiones iniciales, un estudio de tarifas, tasas, contribuciones, precios públicos y otros ingresos fiscales, así como los sistemas de bonificaciones y exenciones.
Función pública
También para finales de 2022 se prevé que esté lista una propuesta inicial sobre el redimensionamiento de las estructuras de personal, que exigirá un análisis de las plantillas y relaciones de trabajo de ambas administraciones.
Por ello, durante el periodo transitorio se generarían todas las adecuaciones necesarias, como la definición de una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que regularía los efectivos humanos del nuevo Ente.
Este periodo transitorio, tal como refleja el documento inicial de fusión, permitirá abordar promociones internas, jubilaciones, modificaciones retributivas y establecimiento de complementos transitorios, entre otros conceptos.
Urbanismo
Antes de que acabe este 2022 deberá estar listo un documento que recoja propuestas de coordinación entre los distintos instrumentos urbanísticos. Así, los PGOU de sendas ciudades incorporarán en su redacción los efectos de la fusión.
En definitiva, un largo camino que, de ejecutarse en el plazo previsto, finalizará en 2027 para dar inicio, curiosamente, a un nuevo municipio que, se llame como se llame, sentará cátedra para cualquier máster de fusión municipal en España.