La gestión “proactiva” de los bosques ayuda a combatir efectos como grandes incendios, enfermedades y plagas, por lo que la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF) reclama una Estrategia Forestal Común de la Unión Europea, a favor de unos ecosistemas “resilientes y resistentes”.
Este sector reivindica que se tenga en cuenta la gestión forestal tradicional como “motor de desarrollo e instrumento para la conservación de la biodiversidad”, ha explicado a Efeverde el presidente de la SECF, Felipe Bravo.
Esta estrategia “debe ser proactiva en lugar de reactiva”, afirma, al situar que la naturaleza es “dinámica y sigue evolucionando”, por lo que insta a “no acordarnos de los bosques sólo en verano porque tenemos incendios inmensos, sino durante todo el año” para hacer frente a las distintas catástrofes que pueden derivar del abandono.
La declaración de espacios como los que conforman la Red Natura 2000 engloba un problema, según Bravo, ya que “no se atienden muchos espacios naturales debido a los sistemas de gestión que se han estado aplicando”, por lo que la protección de estas áreas “no sólo es algo que contemplar como si fuera un museo”.
La acumulación de biomasa, veranos más secos y una mayor posibilidad de incendios difíciles de controlar son algunas de las consecuencias “al no gestionar los bosques” aunque en el caso contrario, “generamos empleo distribuido que no se puede deslocalizar y con las fuentes renovables evitamos emisiones asociadas a construcciones en hormigón, acero, gas natural o petróleo”.
La gestión forestal actúa en la mitigación y adaptación a la crisis climática, que en el caso de España, “somos el tercer país en bosques de Europa, tras Suecia y Finlandia” y es el “décimo en el mundo en producción de ciencia forestal”, añade Bravo, por lo que resulta necesario dirigirlo hacia “la acción tecnológica y fijar población en el medio rural”.
Fomentar los mercados de proximidad de productos forestales, la construcción en madera, la biomasa con distritos de calor o pequeñas ciudades cerca de los bosques figuran entre las recomendaciones para potenciar estos espacios.
Bravo insta a su gestión como instrumento para paliar los problemas asociados, además de su valor como “motor de la economía rural, luchar contra el reto demográfico y despoblación en grandes partes del país”.
Con la aprobación de la Estrategia de Biodiversidad también resulta un acontecimiento el anuncio en la misma de una próxima Estrategia Forestal, ya que “los principios de ambas estrategias deben emanar del conocimiento científico y contemplar la dinámica de los bosques a largo plazo”.
La SECF organiza la octava edición del Congreso Forestal Español el próximo mes de junio de 2021, en Lérida, que abordará los retos de los bosques al tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible.