La incidencia en Extremadura se estabiliza pero aún se espera el pico de hospitalizaciones

S. Manchado

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Algunos datos de la COVID-19 en Extremadura “parecen indicar” que la situación es “bastante estable”, aunque el consejero de Sanidad, José María Vergeles, aún no ha hablado de una fase de meseta en la curva de contagios y ha advertido que el techo de hospitalizaciones está aún lejos.

Según Vergeles, a tenor de lo ocurrido en olas anteriores, la cifra más alta de ingresos hospitalarios se produce entre cinco o siete días después a la jornada máxima de incidencia acumulada y ese momento aún no ha llegado. No obstante, ha explicado que indicadores como el crecimiento potencial del virus y la velocidad de contagio a los 7 días “que llevan varias jornadas a la baja”.

De hecho, la incidencia acumulada a los 14 días presenta “fluctuaciones”, pero es “relativamente estable”, mientras que la referida a los 7 días también fluctúa, pero tiende a la baja.

“Menos claro está el pico de hospitalizaciones”, ha añadido Vergeles. “Primero viene el pico de incidencia y entre cinco y siete días después llega el de hospitalizaciones”, ha apuntado el consejero.

Por lo tanto, los ingresos podrían seguir subiendo en las próximas jornadas, a pesar de que el lunes se alcanzó el pico de la sexta ola: 237 pacientes en los hospitales, de los que 25 se encuentran en las UCI. Pero el responsable extremeño de Sanidad también ha recordado que tanto las estancias en los hospitales como la gravedad de la enfermedad “duran menos” en la sexta ola.