El comportamiento de los virus pandémicos demuestra que aprovechan cualquier relajación para propagarse, y eso está pasando ahora en Portugal aunque de momento en límites controlables si bien ese desliz ha hecho que el Reino Unido haya sacado este miércoles al país vecino de su lista “verde”, territorios de los que pueden regresar los turistas británicos sin guardar a la vuelta un aislamiento domiciliario de 10 días.
Portugal era el único destino tradicional de vacaciones incluido en esa relación privilegiada, de las que estaban fuera y siguen estando España, Grecia, Croacia, Italia o Francia (también Estados Unidos), por lo que ha supuesto un mazazo para las expectativas y economía lusas ya que por ejemplo en el Algarve en un solo día tras levantarse las restricciones hace tres semanas llegaron 7.000 turistas británicos.
Pero los números cantan aunque el Gobierno luso se encuentra indignado ya que no se lo esperaban y por lo cual ha dicho públicamente que “tomamos nota”, y es que en solo 18 días la incidencia acumulada de covid ha subido en Portugal un 38%, de los 50,5 puntos el 18 de mayo a los 69,8 de este pasado viernes 4.
Mientras tanto en el mismo período la incidencia en España ha retrocedido un 20,5%, de 147,5 puntos a 117,22.
En estos momentos Extremadura acaba de mejorar la tasa lusa, al situarse en 67,34 este domingo, dos puntos por debajo
Esta fue la reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores tras el portazo británico:
Tomamos nota da decisão britânica de retirar Portugal da “lista verde” de viagens, uma decisão cuja lógica não se alcança. Portugal continua a realizar o seu plano de desconfinamento, prudente e gradual, com regras claras para a segurança dos que aqui residem ou nos visitam.
— N Estrangeiros PT (@nestrangeiro_pt) June 3, 2021
Son datos los lusos no obstante muy buenos comparados con el resto de Europa, es una incidencia por ejemplo muy inferior a la de España pero también es verdad que hay otros destinos favoritos de los turistas británicos como Baleares que está con 40,3 por debajo de Portugal, y sin embargo excluido de la lista verde hace semanas, al igual que Canarias que con 70,4 está cercana al dato luso, por no decir que la Comunidad Valenciana tiene una incidencia que es menos de la mitad, 30,7.
La expulsión de Portugal de la lista verde se hará efectiva a las cuatro de la madrugada del próximo martes 8, hasta entonces los británicos podrán volver sin problemas pero los que lo hagan a partir de ese momento deben guardar cuarentena.
En esa enumeración privilegiada apenas hay 11 países, algunos muy pequeños, e incluye a Israel, Gibraltar, Islandia, Nueva Zelanda y Australia o Singapur.
Liga, Champions, mutación
Tras un período de confinamiento largo y muy duro entre febrero y abril, el mes pasado las autoridades lusas procedieron a mayores medidas de reapertura y reactivación económica y social.
Sin embargo las relajaciones una vez más han vuelto a ser arriesgadas, y se han presenciado en Portugal dos espectáculos, a cuenta de sendos acontecimientos futbolísticos, que han escandalizado al país al ver miles de aficionados celebrando sin mascarilla, distancia ni precaución alguna.
Fueron el título de Liga nacional conseguido por el Sporting de Lisboa, y más recientemente el pasado sábado 29 de mayo la final de la Champions en Oporto entre los equipos ingleses Chelsea y Manchester City, que ganó el primero; miles de aficionados británicos, procedente de un país ya más relajado por los buenos datos, y en el que la mascarilla en exterior ya no es necesaria, se dieron a la fiesta sin control sanitario, con el resultado de muchos positivos detectados con posterioridad.
En al menos cinco aviones de vuelta se registraron casos días después e incluso el ministro de Estado británico, Michael Gove, se apartó súbitamente de una reunión que tenía con el premier Boris Johnsson y otros dirigentes, al llegarle a su móvil el aviso de que había estado en contacto con un infectado procedente de Oporto.
Para colmo, el Ejecutivo británico ha argumentado su decisión de sacar a Portugal de la lista verde, además de en el aumento de casos, en la aparición de 12 contagios en el país vecino por una “mutación nepalí de la variante india”, de la que hay hasta hora solo otros 78 ejemplos en el mundo, y es algo esto de la mutación que responsables portugueses consideran un alarmismo inaceptable.
Lisboa y la Raya
En Lisboa la incidencia ha aumentado, anda por 190 casos/100 mil habitantes/14 días, con previsión de llegar a 240 en unas jornadas y por tanto existe preocupación por un posible retroceso de la ciudad en el plan nacional de reactivación o desescalada.
Las fiestas patronales de los Santos, como San Antonio, han sido suspendidas.
Mientras tanto la situación en todos los municipios de la Raya limítrofes con Extremadura es más favorable y para ellos, y otros muchos considerados de baja densidad, habrá a partir de ahora cálculos especiales en cuanto a las etapas de avance o retroceso en reapertura: antes era más perjudicial tener 10 casos en un municipio extenso pero de poca población, que 500 en áreas muy pobladas con Lisboa u Oporto.
En este momento la incidencia es nula, cero en los últimos 14 días, en Marvao, Castelo de Vide, Reguengos de Monsaraz o Estremoz; en Elvas es de 24 puntos, en Portalegre 27, en Borba 30, en Campomayor 64 y en Arronches 71, por ejemplo.
Pese a la subida de las cifras, Portugal mantiene un cierto control, con días sin fallecimientos en todo el país, o solo de una a tres defunciones, cuando España, que viene a ser algo menos de cinco veces más, tiene 50 o 60, y a veces cerca del centenar.