El grupo parlamentario socialista y el de IU han pedido a la consejería de Educación que ponga freno a lo que consideran una creciente intromisión de la religión católica en el sistema educativo extremeño.
La izquierda parlamentaria ha puesto el grito en el cielo al conocer los detalles del plan curricular que acaba de publicar hace unos días el BOE. Según ese plan, la asignatura de religión contará para la fijación de la nota media (algo que no sucedía desde hace 20 años), así como para las notas de acceso a la universidad o la solicitud de becas y otras ayudas.
El diputado socialista Gómez Yuste criticó que los obispos hayan introducido los rezos en las aulas y pidió a la consejera Trinidad Nogales que no se limite a acatar con sumisión las disposiciones emanadas de la ley Wert. Gómez Yuste defendió la enseñanza laica frente al nacional-catolicismo que, según esta ley, desprende el curriculo escolar, y aseguró que los socialistas derogarán esta ley en cuanto accedan al Gobierno de la nación. “Hay que evitar que se utilicen las aulas como catequesis para evangelizar a los alumnos de forma ilegítima”, criticó el diputado socialista.
Una barbaridad
Un discurso similar mantuvo el diputado de IU Víctor Cascos defendiendo una enseñanza laica y pidiendo a la Junta que tome medidas para evitar “esa barbaridad”.
La consejera Trinidad Nogales reconoció que el contenido de esta asignatura confesional queda en manos de las propias autoridades religiosas y la intervención del Estado se limita a supervisar los textos para evitar que se incumpla la Constitución.
Reconocer el origen divino del Cosmos, aceptar que el ser humano no está capacitado para ser feliz por sí mismo… son algunas de las enseñanzas que se introducirán en las aulas extremeñas a partir del próximo curso, vía clases de religión católica, novedades que en opinión de Cascos implican abandonar principios fundamentales de la ciencia y caer en el creacionismo.
La consejera de Educación descartó algún tipo de intervención en ese curriculo e insistió en que la asignatura es voluntaria y que los alumnos y familias que lo deseen pueden elegir otra asignatura optativa. Igualmente, Nogales recordó que los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede se respetan desde 1979 y obligan a ofertar la asignatura de Religión a las administración, aunque esta oferta es “de carácter voluntario para el alumnado y las familias”.